viernes, 28 de abril de 2023

UNA HISTORIA DE AMOR: ALVEAR-REGINA PACINI



Abril de 1907- Boda de un futuro Presidente Argentino en Portugal: Torcuato T. de Alvear- Regina Pacini.



Regina nació en Lisboa el 6 de enero de 1871, fue una soprano lírica, primera dama argentina y benefactora. Hija de padre italiano y madre española.


Su papá era barítono  y Regina nació durante la regencia de él en el Teatro San Carlos de Lisboa. Debutó a los 17 años (1888)  en La Sonámbula de Bellini, con gran éxito en Lisboa. En 1889 cantó en Milán, Palermo y Londres , y en Madrid se presentó con La Sonámbula y en 1893 se presentó en el Liceo de Barcelona, luego vendrá Varsovia y San Petersburgo.

 En 1899 debutó en el Teatro Solís en Montevideo y luego en el Teatro Politeama de Buenos Aires, mientras cantaba El Barbero de Sevilla.


Al sentirla el Sr. Torcuato T. de Alvear quedó totalmente enamorado de ella. Le envió varias docenas de rosas blancas y rojas y una pulsera de oro y brillantes. Regina le devolvió la pulsera y volvió a Europa.


 Esa chica pequeña, delgada y rubia flechó al soltero más codiciado de Buenos Aires, que la miraba embelesado. A partir de ese momento Alvear no se perdió ninguna función. Le mandaba descomunales ramos de flores y costosos regalos que ella, invariablemente, devolvía.


Cuando terminó la temporada en Buenos Aires ella partió a San Petersburgo, a cumplir con otros compromisos artísticos. La sorpresa fue que él la siguió. Luego de Rusia, el periplo continuó por varios países europeos. Alvear asistía a los teatros y se veían en fiestas y recepciones en embajadas, donde comenzaron a conocerse. En cada una de las funciones, siguieron los ramos de flores y los regalos que ella devolvía. Hasta en una ocasión habría comprado todas las entradas de una función, para que cantase para él solo.


 Fueron ocho largos años en los que el pretendiente solo hacía cortos viajes a Buenos Aires a arreglar asuntos impostergables. La fortuna familiar se lo permitía.


En 1901 Regina regresó a Buenos Aires en otra gira y en 1903 él le propuso matrimonio. La condición de Alvear era que si se casaban, ella debía dejar la carrera artística. Ella aceptó con la condición de cantar cuatro años más. Estuvieron de acuerdo, menos la futura suegra, que se oponía a que su hija dejase la carrera. Nunca serían buenas las relaciones entre ella y Alvear.


 Torcuato era el soltero más codiciado de la Argentina, mujeriego y millonario. Seductor por naturaleza, hijo del intendente porteño Torcuato de Alvear. Regina había recibido un prendedor de brillantes y perlas del Presidente Julio Argentino Roca.  Eran comunes esos regalos, pero ella aceptaba las flores y devolvía las joyas. Al volver a España nunca dejó de estar su camarín lleno de flores.


En 1904 canta por última vez en el Teatro San Carlos de Lisboa , tomando la decisión de casarse con Torcuato.


Aquella portuguesa no tan linda, y bajita había enganchado al mejor partido del país, por el que suspiraban las chicas de las familias más prestigiosas de Buenos Aires. El soltero más codiciado y se casaba con una extranjera, que era artista, y lo haría en Europa y en contra de los deseos de su familia y de la elite porteña. Los diarios demoraron la publicación de la noticia a pedido de la propia familia.


En la despedida de soltero, en París, el novio tuvo una amarga sorpresa. Recibió de Buenos Aires un telegrama firmado por 500 personas para que recapacitase y que no se casara. La Boda provocó un escándalo en Buenos Aires, y se realizó el 29 de abril de 1907, en la Iglesia Nuestra Sra. De la Encarnación de Lisboa, a las 7 de la mañana para que sean en absoluta reserva.


 La noche de bodas fue en el Royal Hotel, de Estoril y el regalo del novio fue sorprendente: el “Manoir de Coeur Volant”, una villa cercana a París, de estilo normando, con varias hectáreas de parque. Un castillo con bosques y colinas, con esculturas de Rodin, de oro, muebles de platería y hasta un organista para los momentos privados, cantando ella para él. Dicen que una noche de suerte en Montecarlo le ayudó a Alvear a cerrar la compra. 


Fue en el hall de esa casa, charlando con su esposa y con su suegra que Alvear se enteró que había sido electo presidente del país, en 1922.


Allí vivió el matrimonio cuando iban a Francia. En la recepción había un órgano en el que a veces cantaba Regina. Además ella tenía un espacio con un piano, donde cantaba para Marcelo y para algunos invitados.


 En 1911 vienen a Bs As , teniendo en contra a la sociedad, (no le dirigían la palabra) llegando al extremo  de sacar los discos de su Sra de circulación.A los palacios de la familia Alvear no entraban ni personas divorciadas, ni de vida cuestionable.


Marcelo fue presidente de la Nación Argentina 1922-1928. Y Regina fue una destacada primera dama. Vivieron 35 años juntos, entre transatlánticos, aguas termales y todo el lujo.


Marcelo le regaló a su esposa el chalet de Mar del Plata, “Villa Regina”, y viajaron por última vez a Europa por el fallecimiento de la mamá de Regina.


En 1938 fundó La Casa del Teatro de Buenos Aires, para alojar a actores, semejante a la Casa Verdi de Milán. Los acompañaron Florencio Parravicini y Pierina Dialesi.


En 1941 construyó la Casa de Don Torcuato, en estilo californiano. En 1942 falleció Marcelo y sus restos fueron velados en la Casa Rosada. 


Ella  vendió hasta el piano y los prismáticos de él, y construyó el Templo San Marcelo, en Don Torcuato, en el Gran Bs. as., y el Colegio anexo.


Regina murió a los 94 años el 18/9/1965 sobreviviendo con una modesta pensión nacional, habiendo repartido su fortuna en obras de Beneficiencia.


La última humillación, durante dos años su féretro estuvo en el suelo de la Bóveda de la Flia Alvear en la Recoleta.


Su nombre lo lleva una ciudad, “Villa Regina” de la Provincia de Río Negro, y un calle en el porteño barrio de Puerto Madero.




Publicado por Cristina Espinosa, de La Plata.





dp 




Casa del Teatro


1 comentario:

Anónimo dijo...

Continúo sorprendiéndome de las sincronicidades Daniel! Gracias por esta info!!
Macarena Perrone