miércoles, 31 de enero de 2024

LA CARRETERA DE LA MUERTE



Entre enero y febrero de 1991, las tropas estadounidenses y la coalición de la ONU, con casi medio millón de soldados, ejecutaron una serie bombardeos aéreos y ataques terrestres a los principales centros militares y civiles iraquíes. El uso de armas inteligentes, la destrucción de las vías de comunicación y el desabastecimiento inmediato de alimentos provocó una rápida victoria de la coalición occidental.



Se trató casi de una guerra relámpago. No obstante, durante los últimos días del conflicto, ocurrió lo que se consideró una verdadera carnicería de guerra: la masacre de la autopista 80.




Ya en la mañana del 26 de febrero, Saddam Hussein había anunciado la retirada de sus tropas de Kuwait. La guerra estaba casi terminada y la rendición por parte de las fuerzas iraquíes resultaba inminente.

Esa misma tarde, personal militar y civil iraquí (incluidos mujeres y niños) que se encontraban en la ciudad kuwaití de Al Jahra emprendieron la retirada por la autopista 80 rumbo a Basora. Eran 150 kilómetros los que habría de recorrer un convoy de más de dos mil vehículos militares, buses civiles, tanques, automóviles, blindados y camiones.

En la retirada, los vehículos iban con banderas blancas izadas en lo alto y con los cañones invertidos y asegurados. Los soldados iraquíes yacían desarmados y sentados sobre los vehículos a la intemperie. Eran claras muestras de rendición de acuerdo a las normas internacionales. Sin embargo, por la noche, el convoy fue atacado sorpresivamente. Una misión de aviones estadounidenses, enviados desde el portaviones USS Ranger y dirigidos por el general Barry McCaffrey, bombardearon y aniquilaron a toda la columna de 70 kilómetros de vehículos en el transcurso de dos horas.



Tiempo después se supo que todo había estado planificado. Las tropas norteamericanas, al mando del general Herbert Norman Schwarzkopf habían permitido la retirada de las tropas iraquíes de Al Jahra, pero contaban con un territorio minado a 50 kilómetros de Basora, generando un atolladero en la autopista 80. Los vehículos se vieron imposibilitados de dejar la autopista por los flacos, puesto que esta se hallaba rodeada por el desierto. Bastaron ocho aviones para destruir el convoy con pronta celeridad.

Nunca fue esclarecido si efectivamente el presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush, ordenó la masacre después del alto al fuego a la guerra. Incluso horas antes había garantizado un retiro seguro. No obstante, el general Schwarzkopf ya había enfatizado en su intención de que “nada ni nadie salga de Kuwait”.

Este acontecimiento constituyó un crimen de guerra, debido a que se violaron varias disposiciones del derecho internacional humanitario del Convenio de Ginebra, que regulan las formas en las que se desenvuelven los conflictos armados y cómo mitigar sus efectos. El desenlace de la autopista 80 significó un atentado contra la preservación y protección a los heridos y enfermos de las fuerzas armadas y el trato humanitario a todo aquel que no participe en las hostilidades.



Fuente: https://es.quora.com/



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martes, 30 de enero de 2024

"ELEMENTAL, MI QUERIDO WATSON", la frase que nunca dijo Sherlock Holmes


Por Antonio Las Heras - Para LA GACETA - Buenos Aires 21/1/2024






Aunque nunca haya leído siquiera uno de los cuentos policiales que lo tienen como protagonista, todo quien escucha “¡Elemental, mi querido Watson!”, entiende que se está refiriendo a una frase dicha por Sherlock Holmes. Tanto es así, que ya se ha convertido en una expresión popular.

La sorpresa llega cuando señalamos que eso jamás fue dicho por el detective que moraba en Baker Street, 22, B, de Londres.

En efecto, no se encuentra en ninguna de las cuatro novelas y 56 relatos que Sir Arthur Conan Doyle (1859/1930) le hizo protagonizar a este inmortal investigador.

Indagando, veremos que solamente hay una ocasión cuando Holmes dice algo aproximado. Es en “El Perverso” (título que hace referencia a su eterno enemigo, el profesor Moriarty), obra publicada en Strand Magazine en 1883, e incluida posteriormente en las Memorias de Sherlock Holmes, editadas en 1894.

Allí el doctor Watson, ayudante de Sherlock Holmes, ha contraído matrimonio. Es entonces cuando el detective lo visita para solicitarle ayuda en la resolución de un misterio que tiene entre manos. Al reencontrarse, Holmes deduce diversas circunstancias sobre la vida que su amigo está atravesando. Así, observa, por las cenizas que tiene en la chaqueta, que Watson carga su pipa con el mismo tabaco de siempre y, a la vez, descubre que está muy ocupado.

Watson no comprende cómo su amigo puede haber llegado a esa conclusión y lo interroga al respecto con especial interés. Sherlock le responde que es porque le conoce la costumbre de tomar un cabriolé solamente cuando está muy atareado; mientras que camina por las calles cuando no lo está. Habiendo observado que las botas de Watson tienen polvo suficiente para haber estado fuera de la casa, pero no lo bastante para haber andado a pie, ha deducido que utilizó un cabriolé; esto es, un coche tirado por caballos.


Si así lo hizo es, precisamente, porque – razona Holmes – debe estar muy ocupado.

Es cuando ocurre el siguiente diálogo:

“¡Excelente!”, afirma Watson.

“¡Elemental!”, agrega Sherlock Holmes.

Y eso es todo. Nada más aparece en ninguna parte de la obra debida a la pluma de Conan Doyle.

Entonces, ¿cómo surgió esta expresión que se hizo tan repetida y popular? Ocurre que si bien en las aventuras del detective londinense hay varias ocasiones en que utiliza por un lado el término “elemental” y en otras “querido Watson” en forma separada, nunca ocurre con ambas combinadas.

Elemental, mi querido Watson”, aparece recién en las películas que fueron realizadas usando como base la obra escrita por Conan Doyle.

Concretamente, la famosa frase aparece por primera vez en el largometraje de 1939, titulado Las aventuras de Sherlock Holmes” Para entonces el creador del detective llevaba nueve años de fallecido.

En verdad, quien utilizó la expresión completa, por vez primera, fue el escritor Pelham Grenville Wodehouse (1881/1975) en su novela Psmith Journalist publicada en 1915, que no tiene a Holmes entre sus protagonistas. Pero, en uno de los diálogos, el protagonista, Psmith -que es quien brinda el nombre a la novela– responde diciendo: “Elementary, my dear Watson, elementary”, buscando rememorar algunos remates de los diálogos entre Sherlock Holmes y su asistente.

La cuestión se entiende mejor si tenemos en cuenta que P. G. Wodehouse fue un escritor humorístico británico que gozó de un extraordinario éxito en vida. Este detalle en su novela es, claramente, un tinte irónico, humorístico. Por supuesto que el autor nunca ha de haber pensado que aquella frase habría de alcanzar tanta popularidad y, mucho menos, que sería atribuida a las obras de Conan Doyle.

Wodehouse fue reconocido por la calidad literaria de sus obras, recibió un doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford. Entre sus admiradores estuvo George Orwell.


Antonio Las Heras - Doctor en Psicología Social, filosofo, historiador y escritor. Es autor de Las búsquedas espirituales de Ricardo Güiraldes y otros escritos sobre escritores y escrituras.


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sábado, 27 de enero de 2024

AMORES ERAN LOS DE ANTES...

 

La historia del cordobés que dibujó una guitarra con 7.000 árboles.




Fue la propia NASA quien reveló las imágenes satelitales, donde se ve una guitarra en medio de un campo cordobés. 


Conocé la emocionante historia del hombre que llevó a cabo esta gran creación.


Las imágenes llegan desde General Lavalle, Córdoba, y fueron tomadas desde el espacio por la NASA. Allí se ve una guitarra de dimensiones increíbles.


Esta mágica obra de arte fue realizada por Pedro Martín Ureta, de 75 años, quien con nada menos que 7.000 árboles, creó esta guitarra.


Se trata de un homenaje que el productor agropecuario realizó para su esposa, la madre de sus hijos, quien falleció en 1977 cuando tenía solo 25 años.




Los hijos del matrimonio recordaron el origen del deseo de su mamá. Un día, durante un vuelo sobre la llanura pampeana, Yraizoz vio un campo que parecía un balde. Desde entonces comenzó a soñar con diseñar la finca familiar en forma de una guitarra.


Pero su repentina muerte se lo impidió. Finalmente, su esposo cumplió el deseo: realizar una guitarra de árboles construida con cipreses, mientras que las cuerdas fueron hechas con Eucaliptus.


Ureta decidió hacerle este homenaje que tardó decenas de años en florecer, pero que ahora resulta realmente impresionante.


El contorno de la guitarra esta hecho por cipreses californianos, mientras que las seis cuerdas están hechas por eucaliptos de color azulado. El puente de la guitarra está delineado por cipreses de piña.


Lo más increíble es que el lugar es totalmente árido, por eso, los árboles tardaron tanto en crecer. Pero, al mismo tiempo, resaltan mucho más.


Autor: El horticultor



Fuente: en Facebook Todo Cuenca




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lunes, 22 de enero de 2024

LEYENDAS EN TORNO A THE BEATLES VI


Cuando The Beatles visitó México, ¿verdad o leyenda?


¿Es cierto que The Beatles visitaron México?


Existe una supuesta anécdota, y poco conocida, sobre The Beatles, la icónica banda originaria de Liverpool, Inglaterra. Y es que, según se cuenta, esta célebre agrupación visitó secretamente nuestro país con dos propósitos: conocer a María Sabina y consumir hongos.

Debido a la falta de documentos e imágenes que comprueben la veracidad de los Beatles en México, hasta ahora se ha tomado como una curiosa leyenda. Y aquí te la compartimos. De acuerdo con ADN Cultura se dice que dos miembros de la agrupación de The Beatles visitaron nuestro país a finales de 1969 (no se sabe si fue John Lennon y Paul McCartney o George Harrison y John).

Cabe mencionar que, a pesar de su gran popularidad, los Beatles se mantuvieron activos entre 1960 y 1970. Así que, fue precisamente durante esos últimos momentos cuando decidieron aventurarse hacia la Ciudad de México y desde ahí trasladarse a Oaxaca (aunque también se señala que llegaron directamente a aquel estado por medio de un avión privado).

El objetivo principal era conocer a la mítica curandera María Sabina para que, después, ella los guiara durante una experiencia espiritual por medio de hongos. Sin embargo, según el libro de Álvaro Estrada Vida de María Sabina, cuando la encontraron, ésta les dijo que los atendería al día siguiente.

Empero, los visitantes no quisieron esperar y contactaron a otra chamana por lo que, finalmente, llevaron a cabo el ritual. No obstante, a pesar de las altas expectativas, hubo algo que perturbó sobremanera a Lennon pues, según se cuenta, durante un mal viaje recibió la revelación sobre su próxima muerte, la cual ocurrió algunos años después.


Adiós a los Beatles de la Banda Plástica de Tepetlixpa




Después de sobrevivir al mal viaje, se cuenta que los dos integrantes de The Beatles, así como sus acompañantes, escucharon hablar sobre la leyenda del Popocatépetl y del Iztaccíhuatl, por lo que decidieron detenerse en el Estado de México y luego en Puebla.

Mientras se encontraban en el poblado de Tepetlixpa (con el fin de descansar y de comer algo para recargar energías), coincidieron con una banda que se hacía llamar la Banda Plástica de Tepetlixpa. Los músicos de inmediato los reconocieron por lo que, José M. Silva, director de la banda, los invitó a degustar mole, pulque, totopos y hasta nopales.

Posteriormente, en 1971, la Banda Plástica lanzó un álbum llamado Adiós a los Beatles, el cual contenía covers de aquella banda británica, considerada como la más famosa y escuchada del mundo. Y aunque sobre aquella anécdota sólo existe la siguiente foto, es una leyenda que vale la pena conocer, sobre todo si eres un beatlemaniaco.


El boom de la experimentación con hongos y de la búsqueda espiritual

Este relato no resulta raro si nos adentramos en el contexto de la época. Y es que, además de la búsqueda de la liberación que emprendieron millones de jóvenes en el mundo durante la segunda mitad del siglo XX, hubo un gran interés (sobre todo de personalidades extranjeras) por acercarse a los hongos.

Entre ellos están los escritores Robert Gordon Wasson, Timothy Leary y Carlos Castaneda. Aunque también se ha dicho que a Sabina la visitaron los músicos Jim Morrison, Mick Jagger y Bob Dylan; sin embargo, de estas supuestas visitas tampoco existen registros fotográficos, o por lo menos no del conocimiento público.


Escucha este homenaje de 1971 por  la Banda Plástica en su álbum llamado Adiós a los Beatles










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martes, 16 de enero de 2024

LA INCREIBLE HISTORIA DE LA ISLA DE LAS ROSAS



La extraordinaria historia del “príncipe de la anarquía” que construyó su propia isla (y micronación) frente a las costas de Italia


  • Steven McIntosh
  • BBC News. 12 diciembre 2020






A finales de la década de 1960, un ingeniero italiano construyó su propia isla -con restaurante, bar, tienda de recuerdos e incluso oficina de correos- en las aguas del mar Adriático.

Es una historia extraordinaria, que no se había contado en décadas, pero eso está a punto de cambiar con el lanzamiento de "La increíble historia de la Isla de las Rosas" (L'incredibile storia dell'Isola delle Rose), una nueva película de Netflix.

El filme cuenta la historia real de Giorgio Rosa y su batalla con las autoridades italianas para que la estructura que construyó fuera reconocida como un Estado independiente.

Una historia desconocida por casi todos incluso en Italia, con la probable excepción de los habitantes de Rímini, la ciudad del norte del país que se alza en la costa frente a la que Rosa construyó su micro-nación utópica.

"Es el típico cuento en Rímini que los abuelos le cuentan a sus hijos y nietos", explica el productor de la película Matteo Rovere.

"Es una historia muy famosa, pero solo en Rímini. Pensamos que era una historia increíble y que era muy extraño que no la conociéramos", agrega.

Antes de su muerte en 2017, a la edad de 92 años, Rosa se reunió con los cineastas y, tras un poco de persuasión, les dio su bendición para adaptar su historia a la pantalla.

La película resultante muestra la construcción de la isla y la negativa de Rosa a ceder a las demandas del gobierno italiano de desmantelarla.


Hija de su tiempo


La historia comienza en 1967, cuando Rosa se propuso construir una micro-nación, que pretendía ser un símbolo de libertad.

Mucha gente en ese momento pensó que debía estar loco para intentar tal hazaña. Y, como señala su hijo, la construcción de la Isla de las Rosas requirió una gran cantidad de conocimientos técnicos.



Foto de su construcción y afiche de la película



La película muestra cómo los jóvenes acudieron en masa a la Isla de las Rosas en medio de un contexto de disturbios políticos.

"Mi padre era ingeniero y en Italia bastaría con describirlo así para entender qué tipo de persona era", explica Lorenzo Rosa.

"Era una persona muy precisa, detallada y muy organizada. Un ingeniero en un sentido casi alemán de la palabra. Excepto por esta pequeña vena de locura que lo llevó a querer construir una plataforma para sí mismo, y luego convertirla en un estado fuera de las aguas territoriales, lo que lo convirtió en el príncipe de los anarquistas", agrega.



L'isola delle Rose



En 1967, el ingeniero italiano Giorgio Rosa diseñó y financió la construcción de una plataforma de 400 metros cuadrados que se alzaba 26 metros sobre el lecho marino mediante pilones de acero.

  • La estructura se construyó a 12 km de la costa de Rímini, un poco más allá de las aguas territoriales italianas, lo que significaba que estaba fuera del control de sus autoridades.
  • Rosa se convirtió en presidente y lo declaró un estado independiente: la República de la Isla de las Rosas.
  • Las autoridades no estaban contentas de que la Isla de las Rosas se hubiera construido sin permiso y se estuviera beneficiando del turismo al mismo tiempo que evitaba las leyes fiscales italianas.
  • Además de afirmar que la isla se usaba para beber y jugar, en un esfuerzo por dañar su reputación algunos políticos incluso sugirieron que la isla representaba una amenaza para la seguridad nacional y podría estar proporcionando cobertura a los submarinos nucleares soviéticos.
  • Apenas 55 días después de la declaración de independencia de la isla, el 24 de junio de 1968, los italianos enviaron fuerzas militares para asumir el control de la misma y la destruyeron el 11 de febrero de 1969 utilizando dinamita.
  • Días después, una tormenta sumergió la estructura por completo. Hoy, sus restos descansan en el fondo marino del Adriático.

"La increíble historia de la isla de las Rosas" es fundamentalmente "una historia sobre la libertad, sobre lo resistente que fue Giorgio Rosa en su lucha con el gobierno", explica Rovere.

"Él no quería rendirse porque la ley, en los años 60, era que si estabas a más de seis millas de la costa, estabas en tierra de nadie, así que podías hacer lo que quisieras, como si estuvieras en la Luna", agrega.

"Y así fue como construyó la isla, un logro increíble porque era muy complicado. La construyó en seis meses con cuatro amigos y un grupo muy pequeño de trabajadores. Inventó la tecnología para hacerlo, y estaba muy orgulloso de ello. De hecho, cuando hablamos con él [sobre hacer una película] no estaba muy interesado en la historia, pero le entusiasmaba contarnos sobre la tecnología que había inventado para construirla", relata Rovere.

Una vez que se completó, la plataforma de Rosa atrajo rápidamente la atención de los periódicos italianos.

Y en un contexto de malestar mundial con la Guerra de Vietnam y las protestas por los derechos civiles, los jóvenes acudieron en masa a la Isla de las Rosas en busca de diversión y libertad.

Los esfuerzos para tratar de cerrarlo solo lo hicieron más popular. El gobierno italiano intentó desacreditarlo alegando que la isla estaba siendo utilizada para actividades ilegales como juegos de azar y consumo de drogas.

"Hicieron y dijeron todo eso simplemente porque querían arruinar su reputación", dice el hijo de Rosa.

"Incluso sugirieron que había submarinos rusos debajo de la isla. Y luego otra acusación fue que la isla era peligrosa porque era inestable y, sin embargo, se necesitaron tres rondas de dinamita para destruirla".


Trabajo duro


De hecho, la cantidad de trabajo duro que tomó diseñar y construir la Isla de las Rosas se hizo evidente cuando el director Sydney Sibilia y su equipo intentaron recrearla para la pantalla.

La película se rodó en una piscina infinita en Malta, en un agua mucho menos profunda de lo que había sido en la vida real, pero aún así hubo una serie de problemas logísticos que superar.




Foto de una escena de la película




"Cada día fue una pesadilla", se ríe Sibilia. "Todos los días teníamos que hacer explotar algo o hacer algo complicado con agua. Las películas se crean para filmar en tierra firme. Somos personas, con una cámara, en el suelo. Pero cuando filmamos películas en el agua, es fluido y, a menudo la cámara estaba en el aire".

"A menudo los directores jóvenes me piden consejo, este es mi consejo: chicos, ¡filmen en tierra firme!", agrega.



La adaptación de Netflix es parte de sus esfuerzos por producir más títulos que no estén en inglés pero tengan atractivo mundial. El diálogo es italiano, aunque con subtítulos y el doblaje disponibles para el público internacional.

El prolífico actor italiano Elio Germano interpreta a Rosa, mientras que su pareja es interpretada por Matilda De Angelis, quien recientemente interpretó a Elena en la serie de HBO The Undoing.

"Teníamos muchas cosas reales con las que lidiar", reflexiona Germano sobre el proceso de rodaje. "El agua, el viento, todo eso era real, así que a veces era un poco como una película de acción, especialmente para mí, así que fue una experiencia dura, por supuesto", cuenta.

Pero para Germano es un logro que la película haya llegado a buen término.

"Antes de Netflix, era demasiado caro para nosotros filmar una película sobre esta historia... es la primera vez que una película italiana se filma así, con mucho dinero, y puedes liberar tu imaginación", dice.

Ninguna de las estrellas de la película se había encontrado con la historia antes. "Soy de Bolonia y ni mis padres ni amigos ni familiares sabían de esta historia, que es una locura", dice De Angelis.

"Cuando leí el guión, me pregunté por qué nadie había hecho una película sobre la historia antes, porque es realmente increíble", agrega.



Ideas de libertad


Una desventaja del desconocimiento sobre la historia es que no había mucho material para que los actores basaran sus personajes.

"No es como si tuviéramos muchas imágenes o libros al respecto, así que construir los personajes realmente dependía de nosotros, de nuestra imaginación, así que lo importante era recrear las vibraciones de los 60, la ropa, las actitudes, las ideas de libertad ", dice De Angelis.



La película se centra en la batalla de Rosa con las autoridades italianas; muchas escenas tienen lugar en las salas de reuniones del gobierno, donde Rosa fue convocado para explicarse.

Pero el ingeniero, que en ese momento tenía 40 años, se mantuvo firme en su posición de que no había violado ninguna ley al construir la isla, y no había ninguna razón para destruirla.

"Intentaron pagarle para que abandonara la isla, pero él quiso demostrar que era un acto de libertad", explica Rovere, que investigó la película con documentos de la época.

"Es una utopía, pero al mismo tiempo es una decisión que tomó para ser fuerte con el gobierno", agrega.




Sellos postales de esta micronación



La intención original de Rosa había sido agregar gradualmente más pisos a la Isla de las Rosas a lo largo de los años.

"Pensaron que la isla no debería ser sólo de un piso, sino de cinco pisos", confirma Rovere. "La estructura era muy sólida y la idea era construir un piso adicional cada temporada".

Era difícil mantener todas las instalaciones que necesitaba la isla, aunque Rosa y su equipo lograron construir tres baños.

Pero tuvieron dificultades cuando el tiempo empeoró. "Abrieron la isla alrededor de abril, así que tuvieron el primer verano en la isla, pero luego se dieron cuenta de que no era muy buena para el invierno", dice Rovere.

Y su película no rehuye mostrar a Rosa luchando por hacer frente al frío, el viento, la lluvia y las olas.


"Experiencia maravillosa"


A pesar de los problemas logísticos, sin embargo, Lorenzo Rosa no guarda más que buenos recuerdos de sus visitas a la isla cuando era un niño de siete años.

"Amaba mucho esta isla y fui allí muchas veces, fue una experiencia maravillosa", afirma.

"Me encantaba estar con mi padre y estar con él era un privilegio, porque él trabajaba muy duro como ingeniero, estaba construyendo la isla con su propio dinero y no era tan rico. Así que trabajaba duro para ganar dinero y luego dedicar su tiempo a construir la isla", recuerda.

"Salía de Bolonia alrededor de las 4 o 5 de la mañana, llegaba a Rímini, se subía al barco y luego trabajaba en la isla. Así que estar con él fue muy divertido para mí. Me encantaba subir al barco y ver el agua, porque el mar Adriático cerca de la costa es muy fangoso, como arcilla, pero en el mar abierto era como estar en el Caribe ", cuenta.

Después de semejantes experiencias uno podría pensar que Giorgio Rosa se deleitaría contando historias sobre la Isla de Rosas por el resto de su vida, entusiasmado por compartir anécdotas sobre su creación. Pero no.

"De hecho, estaba muy molesto y muy arrepentido [después de que fue destruida], sufrió por eso. Nunca habló de eso. Era mejor no hablar de eso porque lo entristecería muchísimo, aunque respondía a las preguntas si se le preguntaba ", dice su hijo.

"El recuerdo más triste que tengo es cuando recibió la carta del gobierno italiano que le pedía que pagara el dinero gastado para destruir la isla, que en ese momento eran 11 millones de liras (unos US$7.000)", cuenta.

"Pero estoy seguro de que a mi padre le hubiera gustado la película, aunque le habría recordado todo el dolor. Pero sin duda habría apreciado la forma en que [Sibilia] aborda el tema, de forma ligera", agrega.



El genio creador



Después de que la Isla de las Rosas fuera destruida con explosivos, una tormenta sumergió toda la estructura bajo el agua, y en la actualidad, sus restos descansan sobre el fondo marino del Adriático.

Lorenzo Rosa, sin embargo, todavía conserva una pieza de la estructura original en su casa.

"Tengo un ladrillo que sacaron los buzos de allí y escribieron algo bonito en él", explica, leyendo la inscripción en voz alta.

"Dice: 'Los buceadores de Rímini tienen el honor de devolver el fragmento de un sueño a un soñador'".



Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-55230977




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