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jueves, 1 de agosto de 2024

CORTA FRASE QUE DICE TODO

 

Dijo Fico Gutiérrez (Alcalde de Medellín, Colombia) "la saco del estadio" (término del Baseball que pondera una jugada triunfal):


"No hay Maduro que no se pudra,

ni cabello que no se caiga".




Viva Venezuela Libre


dp


domingo, 17 de diciembre de 2023

LA MALDICION DE BOLIVAR ?

 

Exhumación de los restos de Simón Bolívar, ordenada por Hugo Chávez. Foto de la autora




NUEVA YORK, Estados Unidos.- La mayoría de los venezolanos cree que el mal que llevó a la tumba a Hugo Chávez fue una Maldición de El Libertador, por haber “profanado” su tumba, el 17 de julio de 2010.

Profanación

La apertura de la urna fue decretada por Chávez con el propósito, dijo, de hacer estudios tomográficos del cráneo y otros huesos, para ver de qué había muerto Bolívar.

Sin embargo, retiraron, además, 4 piezas dentales, muestras de costillas y de otros huesos del Libertador para “realizar estudios”.


Desde un primer momento los venezolanos se sintieron inquietos con esta perturbación del sepulcro de Bolívar.

Chávez, el Babalao

En el 2010, los venezolanos hicieron hincapié en que hubo muchas acciones extrañas en la exhumación del Prócer.

Entre ellas, que había sido realizada en una noche de luna llena, de un día viernes, “situación especial para hacer brujerías”. –Aquí, en Venezuela, hay muchos que creen en Santería, y Chávez se había hecho “Santo” por los cubanos– comentó desde Caracas Marcos. 

“La maldición alcanzó a un importante grupo de asesores de Hugo Chávez y la pava lo alcanzó también a él”, señaló Marcos, mi fuente de Miraflores, quien me advirtió que “algo le estaba pasando a Chávez en una pierna…” cuando nadie, –menos aún los Hermanos Castro– soñaban que el líder pudiera enfermar.

Cuando Hugo Chávez anunció la insólita decisión en junio de 2010, de exhumar los restos de Simón Bolívar con ‘fines científicos’, un temblor estremeció todo Caracas y dobló la punta de una de las torres del Panteón Nacional, donde se ubica precisamente el cadáver del Libertador, junto con los restos de otros próceres de Venezuela.



Para millones de venezolanos la exhumación fue una profanación y no tuvo nada de científica, con ritos santeros que aseguran, costarían la vida a un gran número de colaboradores y amigos de Chávez… y al mismo Presidente.

La maldición se extiende

Una secuela de muertes de los invitados a la exhumación fue confirmando las predicciones de que quienes participaron en ese acto serían alcanzados por la maldición de Bolívar.

A pocas semanas de la exhumación murió víctima de cáncer el general Alberto Muller Rojas, uno de los asesores más íntimos del presidente.


Le siguió Luis Tascón, de cáncer al colon, diputado oficialista, y famoso por una lista que revelaba a los que habían votado en contra de Chávez.

Ambos, Muller y Tascón, fueron los principales colaboradores del mandatario y fallecieron con un día de diferencia, en la misma semana.

A la muerte de Tascón le siguió Guillermo García Ponce, director del diario izquierdista Vea, quien también murió de cáncer.

El mismo día de la muerte de García falleció el gobernador del Guárico, William Lara, ex diputado oficialista, en un extraño accidente donde su vehículo se volcó y cayó a un río.

En marzo de 2011 murió de un infarto Lina Ron, una de las más fervientes colaboradoras de Chávez. Luego fue asesinado José Ignacio Meléndez Anderson durante un intento de robo.

Más tarde falleció en La Habana Clodosbaldo Russián, el Contralor General de Venezuela, de un ataque cerebrovascular que desembocó en una insuficiencia renal.

Hugo Chávez anunciaría públicamente que padecía de cáncer, falleciendo dos años después.


–Son especulaciones y no voy a creer en ellas–, escribió Manuel Córdova desde Caracas.


Sin embargo, hay elementos en el pasado que se prestaron a este tipo de observaciones.

Ocultismo

Se habla de ocultismo en la ceremonia donde se exhumaron los restos del prócer Simón Bolívar. Los restos permanecían enterrados en el Panteón Nacional desde octubre de 1876.

La operación, donde participaron más de 50 personas, comenzó en la medianoche del jueves 15 de julio del 2010 y duró aproximadamente 19 horas. (?)

Se dijo que el objetivo de la exhumación era aclarar si Bolívar murió de tuberculosis, versión consolidada históricamente, o fue asesinado, hipótesis defendida por Chávez.

El mandatario declaró entonces: “Hemos visto los restos del gran Bolívar. Confieso que hemos llorado, hemos jurado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada (…) Cristo mío, Cristo Nuestro, ¡mientras oraba en silencio viendo aquellos huesos, pensé en ti! Y cómo hubiese querido. Cuanto quise que llegaras y ordenaras como a Lázaro: ‘levántate, Simón, que no es tiempo de morir’. ¡De inmediato recordé que Bolívar Vive!”.




Ritos de Santería

En los correos recibidos en esa fecha se me informó: Todos los que participaron lo hicieron de blanco, como suelen vestirse los babalaos. Con individuos que salían y entraban en el Panteón con máscaras blancas, como “científicos”.

Abrieron el sarcófago pasada la medianoche, en la madrugada del viernes, día y tiempo preferidos para las ceremonias de santería de encantamiento mágico.

Se cambió la bandera de siete estrellas (beneficiosa por el número 7) a una con 8 estrellas, agregando la nueva por Chávez, como Heredero de Bolívar.


La verdadera intención de la exhumación fue crear una nueva figura histórica a través de un ritual con asistencia de babalaos cubanos, que contemplaban la unión de los huesos con los restos simbólicos de la amante de Bolívar, Manuelita Sáens, para lograr la reencarnación en Hugo Chávez, convirtiéndolo así en el nuevo Prócer de la historia de Venezuela.

Sin embargo, indicó otro correo: “Dios es el único que tiene poder sobre la tierra y toda la creación y no existe fuerza alguna que doblegue ese mandato”.

Sacrilegio

En los mensajes recibidos en aquella época se plantea también lo siguiente:

1.-Si uno cree en el “más allá” y la paz y respeto a los muertos, esta ceremonia de exhumación de los restos de Bolívar fue una profanación y estas violaciones tienen, tarde o temprano, un costo.

2.-Hay que recordar “la profanación” de la tumba de Tutankamón.

El hallazgo del faraón se produjo el 4 de noviembre de 1922. Su tumba había permanecido sin tocar por más de 3 270 años. Howard Carter y otros participantes tuvieron muertes extrañas. Lord Carnarvon, el promotor de la expedición, falleció víctima de una picadura de insecto y su perro, que se encontraba en Inglaterra, también murió. También fallecieron su hermano Audrey Herbert, Arthur Mace, Sir Douglas Reid, la secretaria de Carter y su padre, y un profesor canadiense, quien concurrió a estudiar la tumba. La prensa de aquellos días atribuyó esas muertes a una supuesta Maldición de Tutankhamón.

3.-Se comenta el gran número de funcionarios chavistas fallecidos desde que se procedió a la exhumación de los restos de El Libertador.

4.- Resulta extraño que si la exhumación era un estudio científico –para tratar de investigar las causas de la muerte del Prócer– participara Hugo Chávez, quien no era experto, ni médico que ejerciera la medicina forense.

Interrogantes

¿Por qué Chávez estuvo presente sin estar calificado?

Otras preguntas que dieron origen a polémicas y especulaciones:


¿Por qué no se dijo con antelación que se iba a llevar a cabo esa exhumación? ¿Por qué de madrugada? ¿Por qué no hubo internet en Venezuela, en las 19 horas que duró toda la operación? ¿Por qué se mostró públicamente sólo la primera parte de la ceremonia? ¿Qué pasó con la bandera que cubrió durante 114 años el ataúd del Libertador? ¿Se sacó algún resto del Libertador fuera de la cripta? Si es así ¿por qué, ¿dónde está y quién lo tiene?

La Sombra

“Todas son señales, explica Luisa desde Caracas. Todos los venezolanos recordamos la sombra de la muerte, que pasó por detrás de Chávez en una de sus últimas comparecencias en televisión… Aún me hielo al recordarlo…”

El lunes 30 de abril de 2012, cuando Hugo Chávez se despedía de Venezuela para regresar nuevamente a Cuba para su tratamiento de cáncer, del cual no volvió con vida, una sombra pasó entre él y el retrato de Bolívar a su espalda…

Las explicaciones técnicas han sobrado, pero aún me envían los venezolanos este video, creyendo que lo que vieron fue la sombra de la muerte…

¿Casualidad del paso de la cámara o maldición? Yo no creo en brujas, pero…


Fuente: https://www.cubanet.org/opiniones/existe-realmente-la-maldicion-bolivar/


Autor: Angélica Mora


Angélica Mora, analista. Periodista nacida en Chile. Nacionalidad estadounidense. Trabajó como jefa de corresponsales en Radio Martí. Creó y dirigió el programa "Ventana a Cuba" en La Voz de América, VOA. Periodista en varios medios de prensa hablada y escrita en Chile y Venezuela. En Chile estudió en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, trabajó para Radio Balmaceda, agencias de prensa como Noti-Chile, Orbe y revistas. En Venezuela estuvo destacada ante el Congreso y el Palacio de Miraflores por Radio Caracas Televisión, RCTV. Fue presentadora ,en algunas ocasiones, de El Reporter Esso. Trabajó como periodista en el Diario El Nacional de Caracas. En Estados Unidos fue corresponsal para RCTV y el Diario El Nacional de Caracas. Fue periodista y locutora en Upi-Radio, Radio Martí y La Voz de América. En 1984 recibió la condecoración Andrés Bello otorgada por el gobierno de Venezuela. Tiene tres blogs: APUNTES DE UNA PERIODISTA http://angelicamorabeals.blogspot.com/ SUCEDE AHORA http://angelicamorabeals2.blogspot.com/ PUENTE INFORMATIVO http://angelicamorabeals1.blogspot.com/ Actualmente Directora de Publicación del Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa, ICLEP. http://iclep.org/ Residenciada en Nueva York.


Nota de dp: la asombrosa sombra que se extiende detrás de Chávez: (copiar y pegar en una nueva página) https://youtu.be/DF-qqO7nOWo?si=YersirMOkD1BxJwy


dp




sábado, 22 de abril de 2023

LAVALLE CONTRA BOLIVAR



"De profunda mirada azul, barba rojiza y cabellos rubios, guerrero incansable, corajudo hasta la abnegación, la figura del General Juan Galo de Lavalle sintetiza el espíritu Granadero.






Presente en más de cien combates y batallas de la Guerra de nuestra Independencia, es Héroe de Cinco Naciones: Uruguay, Argentina, Chile, Perú y Ecuador.

Altivo, como se lo había enseñado el Gran Capitán, no se amilanaba ante nada ni nadie, tanto es así, que muchas veces estuvo a punto de ser ajusticiado por ello.

Famosas son las anécdotas que tuvo con el otro gran Libertador, Simón Bolívar.

Cuenta la Historia que una vez, ya San Martín ido del Perú, los Granaderos a Caballo sobrevivientes de mil batallas, estaban siendo pasados revista por el mismísimo Bolívar. Aquellos Granaderos, estaban bajo las órdenes del Sargento Mayor Lavalle.

Bolivar hizo un comentario sobre la revista de los Granaderos, la cual fue respondida por Juan Galo.

Encolerizado, Simón Bolívar, le vociferó al "León de Riobamba":

-¡Teniente coronel Lavalle! ¡Estoy acostumbrado a fusilar generales insubordinados!

A lo que le contestó enérgico el bizarro oficial de San Martín llevando la diestra a la empuñadura de su corvo:

-¡Esos generales no tendrían una espada como ésta...!

Luego de la victoria de Pichincha la ciudad de Quito prepara un gran banquete para homenajear a los vencedores. Una larga mesa llena de manjares y bebidas está rodeada por la oficialidad patriota. Bolívar amante de los brindis y de los discursos levanta su copa y dice:

-¡No tardará mucho el día en que pasearé el pabellón triunfante de Colombia hasta el suelo Argentino!

Un ambiente tenso sigue a las palabras del Libertador de Colombia. El guante es recogido por el sargento mayor Lavalle que levantando su copa brinda con tono enérgico:

—La Argentina se halla independiente y libre de toda dominación española, y lo ha estado desde el día en que declaró su emancipación el 25 de Mayo de 1810. En todas las tentativas para reconquistar territorio, los realistas han sido derrotados. Nuestro Himno consagra esos triunfos. ¡Brindo por la Independencia de América!

En otra oportunidad, durante una cena de gala en donde se encontraban Bolívar y Lavalle compartiendo la misma mesa, sin querer el Oficial argentino vuelca una copa de vino sobre el níveo mantel.

Socarronamente Simón Bolívar dice:

-¿Dónde habrá aprendido usted modales?

A lo que Lavalle contesta rápidamente:

- En la mesa de mis padres, donde se cambia el mantel a cada plato.."


Autor: Rodrigo Fernando Locatelli


Fuente: https://es.quora.com



dp 



Bóveda de Lavalle en Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires


martes, 29 de noviembre de 2016

TRES CADAVERES INVISIBLES



Escapa a toda regla sobre el ego de los dictadores, caudillos o simples gobernantes muy exhibicionistas, no ser velado con el féretro abierto, para que así el pueblo pueda despedirse convenientemente, dejando ver el dramatismo del momento y haciendo del culto a la personalidad un verdadero dogma.

Lenin, Mao, Chan Kai Sek

Lenin, Stalin, Mao, Franco, fueron solo algunos que usaron como herramienta propagandística sus propios cuerpos muertos, tal cual lo hicieron en vida.

Pero tres de ellos, todos recientes, populistas, profundamente antidemocráticos y más o menos pertenecientes a la izquierda, rompieron con esta fórmula.

Estos son Chávez, Néstor Kirchner y el mismísimo Fidel Castro, el propio jefe de la banda que capitaneó el proyecto del regreso de la izquierda y la toma del poder, ya no con métodos violentos, pero si camuflados bajo procedimientos democráticos, pero con el propósito final de convertir a sus regímenes en dictaduras

¿Porqué estos tres personajes no fueron velados a cajón abierto?

Solo una foto para recordar a Fidel
¿Para no dejar que se vea como los estragos de la vejez y una grave enfermedad redujeron la estampa de Fidel a un cuerpo debilitado con cara demoníaca? Hasta se anunció su cremación rompiendo así toda tradición funeraria en este tipo de personalidades.


Chávez
¿Para no permitir que Chávez sea exhibido también dañado por crueles padecimientos?

¿Para imposibilitar que se vea el rostro de Kirchner con secuelas que ponen en duda las verdaderas causas de su fallecimiento?

Por la no exposición pública de los cadáveres se tejieron infinidad de hipótesis, como el fallecimiento de Fidel mucho tiempo antes de la anunciado, incluso años antes. Similar conjetura se rumoreó sobre Chávez, solo con el objetivo de garantizar una sucesión dentro del régimen con la mayor seguridad, paz y a la persona adecuada que garantizara la continuidad del sistema.


¿Y el caso de Kirchner?  ¿Donde hasta se especuló que su velatorio en Buenos Aires fue solo un montaje y que su cuerpo nunca fue traído a la Capital Federal y ni siquiera se permitió la realización de su autopsia?

Estas preguntas marcan un sello final que despierta sospechas o al menos variadas hipótesis, que por tratarse de personajes tan públicos y trascendentes, merecen el esclarecimiento que piden muchos.

Fidel murió ya siendo un anciano, pero Chávez y Kirchner no lo eran y nadie contemplaba la posibilidad de la desaparición física de los máximos referentes de esos procesos políticos. Otro, Lula, apenas logró salvar su vida, también atacada por un dura enfermedad. 
También llaman la atención estos últimos datos. ¿Casualidad?

Lo que si importa tener presente ahora es el haber dejado de lado la propaganda política hasta sobre el cuerpo muerto de los “jefes”. 
Bajo otras circunstancias los mismos hubieran aprovechado, si pudieran, inmovilizar su último aliento, para ofrecerlo a su pueblo como último acto de su invaluable vida y como consuelo para los desdichados deudos.


dp


Intervención en el programa "En la Mira", de FM SECLA 104.7, emitido el 6/7/2017




Franco


sábado, 22 de febrero de 2014

Maduro y los demás


A través de diversos medios de comunicación en la actualidad, con una velocidad antes inimaginable, nos enteramos de cosas que suceden en otros países al momento de los hechos.

Durante varios días hemos sido testigos de brutales represiones que se han llevado a cabo en algunos países que se han cansado de ver pisoteada su LIBERTAD, en el mas estricto sentido de la palabra, en donde sus sueños se han quedado truncos, donde no se vislumbraba un mejor futuro y muchos etc., con lo cual, al hartazgo ,salen a las calles a tratar de recuperar lo que les es INALIENABLE y que les está siendo arrebatado por los que presentan el Síndrome de Hubris.

Éste síndrome parece estar cundiendo como epidemia y está siendo visible en muchos jefes de estado actuales, orgullosos y soberbios ,como en el caso de Putin, N.Maduro, Cristina Kirchner,Castro y otros.

Sin temor al error, se puede comprobar que una sociedad que condena la gran mayoría de su población a delegar su poder en las elecciones cada 4 o 5 años, sin casi ningún control efectivo sobre los representantes elegidos se condena a tener dirigentes embusteros y embriagados de sus privilegios.

Éstos jefes de estado tienen una propensión al narcisismo viendo “su mundo” en donde pueden ejercitar su poder y así buscar la gloria, tienen una visión mesiánica y una gran tendencia a la exaltación, desprecian los consejos y criticas de los demás, se sienten omnipotentes en lo que respecta a lo que pueden hacer,  son impulsivos e imprudentes, es decir ,tienen un exceso de confianza en si mismos teniendo una pérdida del contacto con la realidad en la que se encuentran, lo cual les llevará a no poner atención en las trampas que ellos mismos han generado con sus políticas.

Los países gobernados por los presidentes con éste síndrome, tienen una enorme crisis económica, una corrupción a todos niveles, una sociedad fragmentada, y hacen un derroche insultante de las riquezas de sus pueblos sumiéndolos en un agujero  muy  profundo de miseria y destrucción, de donde las siguientes generaciones tratarán de salir con muchos esfuerzos, recomponiendo su tejido social y, tratando de recuperar lo que estos “dirigentes mesiánicos, omnipotentes y omniscientes” les han robado.

La lucha por la LIBERTAD apenas comienza en pos DEL PROGRESO DEL GENERO HUMANO…

“ LA REBELDÍA ES VIDA, LA SUMISIÓN ES MUERTE ”
Ricardo Flores Magón. Anarquista Mexicano

Siempre hay una oveja negra

Inghilt Muñóz Palacio∴


lunes, 7 de julio de 2008

EL DESENCUENTRO DE GUAYAQUIL


El único abrazo que existió entre San Martín y Bolívar fue breve, seco y molesto: Guayaquil sólo sirvió para enfrentarlos, hecho que vuelve todavía más inexplicable el intento conciliador de la historia oficial por transformar en un abrazo lo que fue un desencuentro.

A fines del siglo XIX, editado por C. Casavalle, Vicente Fidel López publicó ¨El conflicto y la entrevista de Guayaquil¨, expuesta al tenor de los documentos que la explican. El libro es, en verdad, un folleto de cuarenta páginas, profusamente documentado de la entrevista que "sólo por una ironía histórica" dice López "ha podido llamarse el Abrazo de Guayaquil".

López señala que las relaciones políticas de San Martín y Bolívar estaban de tal modo comprometidas en 1822, que era inminente una guerra entre Perú y Colombia; y "si esa guerra no estalló fue porque el general San Martín, deteniéndose en el justo desagravio de sus derechos, prefirió sacrificar su dignidad y su carrera antes que dar un escándalo que habría sido la ruina y la vergüenza de todos".

La provincia de Guayaquil era una parte integrante del Virreynato del Perú. Al llegar allí las tropas del Libertador, Guayaquil se pronunció contra España y se puso bajo la autoridad y protección del gobierno independiente. San Martín envió a los coroneles Luzuriaga y Guido para que se hicieran cargo de la administración de la ciudad. Al llegar se encontraron con una sorpresa, las fuerzas colombianas al mando del general Sucre acababan de ser derrotadas en Ambasto el 12 de septiembre, y Sucre había tenido que asilarse en Guayaquil.

Paz Soldán, historiador del Perú Independiente citado por López, señala que "el General Sucre, además de las operaciones militares, traía a la vez una comisión muy diplomática, pues se trataba de nada menos que de agregar a Colombia la provincia de Guayaquil". Sucre ocultó este propósito a San Martín, necesitaba pedirle auxilios militares para evitar una ocupación realista posterior a su derrota de Ambasto.

El comandante de la División Sud de Colombia le escribió a San Martín, Protector del Perú: "El enemigo, después de haber marchado a Quito y reposado sus tropas, ha concentrado sus fuerzas en Río Bamba y, según avisos fidedignos, iba a moverse sobre esta provincia el 17 del actual con un cuerpo de dos mil hombres; de manera que el 24 deberá ocupar este punto que no es susceptible de la menor defensa con las fuerzas que tengo. Aunque restablecida en cierto modo la moral, no se han aumentado los cuerpos de línea, sino tan miserablemente que, de una población de 70.000 habitantes apenas ha dado 200 reclutas (...) Las tropas de Colombia no aparecen, y acercándose ya el enemigo a tiempo que hemos sabido la casi disolución del ejército del General La Serna, que quita hasta las sombras de temores por la suerte del Perú he creído un deber reiterar mis reclamos a V. E. por algún batallón que ponga a cubierto la Provincia".

San Martín envió en auxilio de Sucre una división formada por dos batallones, los números 2 y 4, los Escuadrones Cazadores del Perú y los Granaderos de los Andes, con una fuerza de 1622 soldados. Agrega López: "San Martín estaba muy lejos de presumir que el Dictador militar de Colombia prohijaba ya la mira secreta de despojarlo violentamente de la provincia de Guayaquil y de ajar su dignidad así que se le franqueara el camino del Sur y que se le facilitaran sus operaciones con el auxilio mismo de la división peruano-argentina que le dio los triunfos de Río Bamba y de Pichincha".

Cuenta Paz Soldán: "El estado de inmoralidad o casi abierta sublevación del batallón Numancia y la negociación de auxilios pedida por Sucre no era sólo lo que ocupaba la atención del gobierno del Perú en sus relaciones con Colombia, porque al fin de estos no eran de carácter perdurable; había que determinar la suerte futura de la rica provincia de Guayaquil. Cuando ésta proclamó su independencia se declaró provincia libre, pero no era posible que subsistiera aisladamente un departamento tan pequeño en medio de Repúblicas distintas, sin ocasionar futuras y graves cuestiones.

La ciudad de Guayaquil tenía estrechos vínculos con Lima, toda su juventud se educaba en estos colegios, la mayor parte de sus productos se consumían en el Perú. Finalmente Guayaquil, durante el tiempo del coloniaje, pertenecía en lo político al Virreynato del Perú y no había duda que los intereses materiales, políticos y las afecciones del corazón estaban a favor del Perú; el mismo bello sexo, que ostentaba su hermosura en la ciudad de los Reyes, tenía en menos pertenecer a Colombia, subordinándose a una capital como Bogotá, tan distante y pobre.

La Junta de Gobierno compuesta por tres ilustres ciudadanos Olmedo, Jimena y Roca pertenecía de corazón al Perú y en todos sus actos privados u oficiales lo hacía conocer con toda franqueza. (...) De estos intereses encontrados se formaron tres partidos: uno quería pertenecer al Perú, otro incorporarse a Colombia y un tercero mantener la independencia de la provincia, contando con la protección de los otros dos países.

Desde que Sucre llegó a la ciudad en 1821 había procurado la incorporación de Guayaquil a Colombia por todos los medios posibles, sin conseguirlo. La Junta, que temía más a la inmoralidad de las fuerzas colombianas que a los soldados del Rey envió un mensaje a San Martín diciéndole que si no aceleraba los refuerzos, la provincia se perdería irremediablemente. Sobre fines de diciembre de 1821 se produjo un movimiento popular que fue rápidamente sofocado.

El 18 de enero de 1822, desde el Cuartel General de Cali, Bolívar le escribió a la Junta de Guayaquil: Llamar tunantes a los oficiales que propenden a la incorporación de Guayaquil a Colombia, es mostrar que desconoce la verdadera debilidad de su país, o los derechos contestables de Colombia o más bien es mostrar que cree que los esfuerzos de ese pueblo por recobrar su libertad se han hecho para vuestro engrandecimiento personal, y para proporcionar un teatro a su ambición. (...) Ese gobierno sabe que en América no hay un poder humano que pueda hacer perder a Colombia un palmo de la integridad de su territorio.

El 23 de marzo de 1822 el gobierno peruano le escribió al general La Mar: Siempre que el gobierno de Guayaquil, de acuerdo con la mayoría de los habitantes de la provincia, solicite la protección de las armas del Perú, por ser su voluntad conservar su independencia de Colombia, emplee en tal caso todas las fuerzas que están puestas a sus órdenes en apoyo de la espontánea deliberación del pueblo.

Restrepo, el historiador clásico de la guerra de la independencia de Colombia, al hablar de la entrevista de Guayaquil, menciona las malas relaciones en que se hallaban San Martín y Bolívar. Dice Restrepo: Túvose en aquel tiempo como cierto que el principal motivo que trajera a San Martín a Guayaquil había sido activar su incorporación al Perú. (...) Empero, el Libertador Bolívar, que tuvo noticia bien segura del proyecto, lo frustró haciendo marchar sus batallones y trasladándose él mismo a Guayaquil para conseguir su más pronta incorporación a Colombia. (...) No pudiendo ya oponerse a él sin una guerra abierta que hubiera sido en extremo funesta a la causa de la independencia americana, y que no se hallaba en estado de emprender, San Martín hizo de la necesidad virtud; y a pesar de cuantos pasos había dado anteriormente para frustrarla, convino en la unión de Guayaquil a Colombia.


El 25 de julio de 1822, desde Guayaquil, Bolívar le escribió a San Martín: Es con suma satisfacción, dignísimo amigo y señor, que doy a Ud. por la primera vez el título que mucho tiempo ha mi corazón le ha consagrado (...) Tan sensible me será elo que Ud. no venga hasta esta ciudad como si fuéramos vencidos en muchas batallas; pero no, Ud. no dejará burlada la ansia que tengo de estrechar en el suelo de Colombia al primer amigo de mi corazón y de mi patria.

La elección de las palabras por parte de Bolívar no fue casual: llamaba a Guayaquil "suelo de Colombia", lo que ofendía a San Martín y hacía que el encuentro fuese inútil antes de haberse realizado.

Luego del "desencuentro" de Guayaquil y vuelto al Perú, San Martín le escribió a Simón Bolívar: Los resultados de nuestra entrevista no han sido los que me prometía para la pronta terminación de la guerra; desgraciadamente yo estoy firmemente convencido, o que Ud. no ha creído sincero mi ofrecimiento de servir bajo sus órdenes con las fuerzas de mi mando, o que mi persona le es embarazosa. (...) En fin, general, mi partido está irrevocablemente tomado: para el 20 del mes entrante he convocado al Primer Congreso del Perú y al día siguiente de su instalación me embarcaré para Chile, convencido de que sólo mi presencia es el sólo obstáculo que le impide a Ud. venir al Perú con el ejército de su mando: para mí hubiera sido el colmo de la felicidad terminar la guerra de la independencia bajo las órdenes de un General a quien la América del Sud debe su libertad: el destino lo dispone de otro modo y es preciso conformarse. (...) Nada diré a Ud. sobre la reunión de Guayaquil a la República de Colombia; permítame Ud. General, le diga que creo que no era a nosotros a quienes pertenecía decidir este importante asunto: concluida la guerra los gobiernos respectivos lo hubieran tranzado, sin los inconvenientes que en el día pueden resultar a los intereses de los nuevos Estados de Sudamérica. He hablado a Ud. con franqueza, General, pero los sentimientos que exprime esta carta quedarán sepultados en el más profundo silencio; si se trasluciere, los enemigos de nuestra libertad podrían prevalerse para perjudicarla, y los intrigantes y ambiciosos, para soplar la discordia.

De hoy en más (confía al final de su folleto Vicente Fidel López) será indispensable que los que hablen de la Conferencia de Guayaquil le llamen Conflicto. Sus deseos nunca se cumplieron. El libro fue publicado en 1884.

Autor: JULIO H. GRADOS BRINGAS

dp

Nota de aclaración: El historiador Vicente Fidel López fue Gran Maestre de la Masonería Argentina e hijo del célebre Vicente López y Planes, Presidente Provisional de la República Argentina y autor de la letra del Himno Nacional.