Mostrando las entradas con la etiqueta GARDEL. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta GARDEL. Mostrar todas las entradas

sábado, 16 de diciembre de 2023

LAS VIDAS CRUZADAS DE GARDEL Y SINATRA

 



En 1934 Carlos Gardel estaba viviendo en la ciudad de Nueva York. Había llegado desde Francia, contratado por la cinematográfica Paramount a fines de realizar una serie de películas para el público hispanoparlante. Entre filmación y filmación Carlitos mataba el tiempo cantando por radio. A principios de ese año la prensa neoyorkina anuncia que habrán dos nuevos programas en la cadena WEAF-NBC a partir del 14 de enero, los cuales serán un programa semanal con la orquesta de Richard Hommer y la segunda nueva programación incluirá la presentación de Carlos Gardel, barítono argentino, todos los días a las 21 horas.


Decenas de millones de yanquis seguían la programación de la NBC de costa a costa tratando de olvidar sus penurias.


Es entonces que a ver y escuchar el programa de Gardel llega una noche de ese gélido invierno de 1934 un muchacho venido de la barriada de Hoboken en la vecina Nueva Jersey.


Se trataba de Francesco Albertino Sinatra Agravantes, hijo de genovesa y siciliano que a sus apenas 18 años de edad es un travieso de marca mayor: ha sido expulsado de la escuela tras innumerables amonestaciones por su carácter provocador. Sus incursiones laborales: camionero, repartidor de diarios, cadete, etc. terminaban siempre en el abandono de todos esos trabajos.


Al borde de la ley, es un chico rápido para los mandados, sobre todo los de los mafiosos de cabotaje, lo que le lleva a tener más de una entrada en las comisarías. En plena juventud, Frank Sinatra anda a los tumbos por la vida.


Si esa noche concurre a los estudios de la NBC a escuchar a Gardel, es un poco porque le gusta la música y más porque quien le insiste en ir, para alejarlo de las malas compañías, es su novia Nancy Barbato, que también desciende de inmigrantes italianos, nacida en Nueva Jersey.


Sinatra queda embelesado al escuchar a Gardel y cuando termina el programa se atreve a acercarse junto a Nancy para saludarlo. Medio en italiano y medio en castellano se establece el diálogo. Gardel le pregunta a que se dedica y Sinatra calla, notándosele avergonzado.


Nancy entonces le cuenta a Gardel que su novio está desperdiciando su talento ya que tiene una voz muy hermosa, y en vez de cultivarla anda todo el día con otros muchachones de dudoso vivir. Gardel entonces le pone una mano en el hombro y le dice a Sinatra: – «Mirá ragazzino, cuando yo tenía tu edad, andaba allá en Buenos Aires como vos andás ahora en Nueva York. Pasaba todo el día en compañía no muy recomendable cerca del mercado de Abasto, con tipejos como los que vos frecuentás. Especialmente con unos malandrinos genoveses, los fratelli Traverso, cuyo padre tenía una fonda llamada O´Rondeman, que era una guarida de la Mano Negra, la Camorra y tutti cuanti. Lógicamente cada dos por tres me portaban en galera. No te voy a decir que ahora soy un santo, pero el cantar no solo me dio fama y fortuna, también me apartó de ese ambiente donde solo me esperaba pudrirme en la cárcel o morir violentamente».






Sinatra lo escuchaba atentamente y en algún momento se atreve a preguntar: – «Mister Gardel, ¿usted qué me aconseja que haga?».


Gardel le contesta: – «Por lo pronto ragazzino, aprovechá que estás aquí en la radio y anotate en un concurso de cantantes que creo que se llama «Major Bowes Amateur Hour». Hacelo ragazzino que con probar nada se pierde».

Sinatra le hizo caso. Se presentó a ese concurso acompañando al trío Three Flashes, que para la ocasión se hicieron llamar Hoboken Four (todos vivían en ese barrio de Nueva Jersey) y ganaron el primer premio, lo que les llevó a una gira patrocinada por el programa. No obstante, por desavenencias con el resto de sus compañeros, a los tres meses Sinatra abandonó la gira. Pero ya la simiente de su fulgurante carrera artística estaba plantada gracias al oportuno consejo que le diera ese barítono argentino en los pasillos de la NBC.


Muchos años después de estos episodios, el consagradísimo en todo el orbe Frank Sinatra llegó en agosto de 1981 por primera y única vez a la Argentina y debutó en el Luna Park de Buenos Aires ante 20.000 personas en un concierto que interpretó sus más famosas canciones. Se sintió muy identificado con el ambiente.


Afirmó que apreciaba a los argentinos. Le gustaba el asado y el vino -de hecho, lo calificó de excelente-. Según La Voz, el espectáculo que dio en el Luna Park fue uno de los mejores shows que había hecho desde hacía mucho tiempo. Cuando subió al escenario, comentó: – «Se me puso la piel de gallina». ¿Por qué tanta generosidad con este país al que recién llegaba y no estaría en el más que unas cuantas horas?

Muy pocos supieron que el día anterior, convenientemente camuflado para tratar de pasar de incógnito se hizo llevar hasta la zona del Abasto. Había pedido previamente al agregado cultural de la Embajada de EE.UU. que lo acompañaba, que tratara de ubicar donde había estado el café O´Rondeman. Este lo condujo a la esquina de Agüero y Humahuaca, donde un terreno baldío dejaba ver entre yuyales viejos cimientos.


En la fría tarde porteña, Sinatra sacó de su sobretodo una amarillenta entrada de un espectáculo radial de 1934, la besó, la puso en tierra y para asombro de todos chapurreó en un castellano casi fonético: – «¿Dónde estarán Traverso, el Cordobés y el Noy, el pardo Augusto, Flores y el morocho Aldao… los guapos del Abasto rimaron mi cantar…»


Y en voz fuerte para que todos lo oyeran La Voz agregó: -«Thanks for helping me to live, Mister Gardel».




Fuente: https://www.tacuarembo2030.com/sociales/13690-gardel-y-sinatra-una-anecdota-poco-conocida/





dp 





martes, 12 de julio de 2016

EL MASON CARLOS GARDEL








La cuestión de si Carlos Gardel fue o no miembro de la Masonería, es algo que lleva ya varias décadas en discusión.

Personalidades como el destacado José Gobello (de la Academia del Lunfardo) tanto como el periodista argentino Roberto Cassinelli, de la porteña revista “Cantando”, se ocuparon – en su momento – del asunto. Aquiles Echeverri M. en el libro de su autoría “Gardel, su historia y causa de su muerte” ocupa unas cuantas líneas para referir el momento en que pleno velorio del Zorzal Criollo ingresó “un grupo de masones.”
De acuerdo a la información obtenida se desprende que existe un único elemento para pensar en la pertenencia de Gardel a la Masonería y éste es la irrupción de unas personas que titulándose masones intentaron – o llegaron a concretar – una ceremonia de las usuales que realiza la orden cuando uno de sus hermanos a fallecido.
El historiador colombiano Mario Arango Jaramillo (quién reconoce públicamente su pertenencia a la Masonería Universal; o sea, se trata de alguien que está hablando “desde adentro”), en su obra editada en 2006, titulada “Masonería y Partido Liberal”incluye el recuerdo de la nocturna presencia masónica durante aquel velorio.

El 26 de junio de 2005, y por haberse cumplido sesenta años de la muerte del Morocho del Abasto, el escritor y periodista antioqueño Juan José Hoyos publicó en el diario “El Colombiano” (editado en Medellín) una detallada crónica sobre el servicio fúnebre realizado al cuerpo de Carlos Gardel confirmando la presencia de masones.

Oscar Uribe Arcila, hermano de quien en el tiempo en que sucedió el trágico accidente era Gran Maestre de la Masonería antioqueña – el Muy Respetable Hermano Rubén Uribe Arcila, que ha quedado en la historia como destacado médico, intelectual y político – ante la requisitoria hecha por Arango Jaramillo recordó que su hermano mayor – por entonces Gran Maestre de la Orden, como quedó dicho – le hubo comentado que en aquel junio de 1935 la Masonería realizó en el Gran Templo Masónico de Medellín un homenaje fúnebre a Carlos Gardel; y que el mismo había tenido lugar pocos días  después de su sepelio.

Entierro de Gardel en Colombia

Si estos dichos reflejan la verdad entonces queda diluida toda duda sobre la filiación masónica de Carlos Gardel puesto que una “Tenida Fúnebre” (así se la denomina en el lenguaje de la hermandad) es una ceremonia ritual que sólo puede hacerse a quien previamente fuera iniciado en los misterios de la institución.

Algunas referencias sobre estos acontecimientos hechas por periodistas e interesados en la vida de Gardel vienen a nuestra ayuda

Así, por ejemplo, tenemos la información de que el dueño del teatro Junín había ofrecido el vestíbulo del mismo para utilizarlo como sala mortuoria tanto del Zorzal Criollo como de Alfredo Le Pera, Celedonio Palacio, José Corpas Moreno y Guillermo Barbieri; pero que el presbítero Enrique Uribe Ospina ofreció una residencia próxima al teatro, donde finalmente tuvo lugar el velorio. Es en ese inmueble donde – coinciden todas las informaciones – hizo su aparición el grupo de personas que titulándose masones y afirmando verbalmente que Gardel también lo era quisieron llevarse el ataúd con el cadáver para velarlo en una logia, según dicen algunos mientras otros señalan que lo único que pidieron fue realizar una discreta ceremonia allí mismo. Están las dos versiones.

Roberto Crespo, una de las personas presentes durante aquellos acontecimientos, que pudo ser entrevistado años más tarde, hizo un pormenorizado relato de cómo – según él recordaba – tuvieron lugar los hechos:

“La primera medida se limitó a conseguir un lugar para instalar la capilla ardiente, donde velar los restos de Carlos Gardel y sus compañeros. La generosa actitud del canónigo Enrique Uribe, párroco de La Metropolitana, basílica mayor de Medellín, zanjó las dificultades iniciales al ofrecer una casa quinta deshabitada, de su propiedad, ubicada en la avenida de la Quebrada Arriba, entre Junín y el puente Baltasar Ochoa”
El sepelio empezó alrededor de las diez de la mañana del martes 25 de junio, de ese momento Crespo indica:
“Antes de salir se realizó una curiosa ceremonia sobre el ataúd de Gardel. Un grupo de masones rodeó el féretro y se procedió a dar unos golpes sobre la tapa.  Luego se inició la marcha hacia la iglesia de La Candelaria.”
Este comentario es muy importante y serviría para confirmar la condición masónica de Gardel, pues realmente el ritual de despedida a un miembro muerto de la hermandad incluye “rodear el féretro” formando algo así como una cadena humana en su perímetro y “dar unos golpes sobre la tapa.” No podría estar mejor descripta la parte más notoria que tiene ésta ceremonia.

Dos objeciones se han hecho a la filiación masónica del Zorzal Criollo. Vamos a analizar cada una

1.-) Investigadores no encontraron en los archivos de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones ningún documento que pruebe que el cantante perteneció a la orden. Esto en sí mismo sólo parecería probar que Gardel no formó parte de ese grupo masónico. Téngase en cuenta que en la actualidad hay en la Argentina más de diez grandes logias, cada una integrada por cantidad de talleres y, algunas, sumamente reservadas por no decir – directamente – secretas.
A la vez el archivo de la Gran Logia de la Argentina en modo alguno cuenta con una información total de quiénes fueron masones durante el siglo XX.
Hay que tener en cuenta – también – que un hombre tan viajero como quien hoy nos ocupa, que pasó bastante tiempo en los Estados Unidos, pudo haber sido iniciado en la Masonería en una logia de las tantas que hay diseminadas sobre la faz de la Tierra.
2.-) Una objeción reiterada es que se torna imposible que el Morocho del Abasto fuera Masón ya que concurría seguido a misa y comulgaba. Esta es una errónea argumentación que se oye con bastante frecuencia aplicada al Padre de la Patria Gral. José de San Martín y al Gral. Manuel Belgrano.
Procede de la creencia de que quien ingresa a la Masonería se aleja para siempre de su religión y de otro prejuicio que es la suposición de que los masones practican el ateísmo. ¡Todo lo contrario! Una persona para ingresar a ésta orden tiene que tener fe en la existencia de un Ser Superior que la Masonería Universal denomina Gran Arquitecto del Universo. Y si bien desde hace siglos los masones están excomulgados por la Iglesia Católica por el sólo hecho de serlo, es muy frecuente que sus miembros que practican dicha fe hagan a un lado eso y continúen participando de la Santa Misa.

De manera que ambas objeciones no se sostienen

En cambio hay un dato favorable a la idea de que Gardel fuera Maestro Masón y es el hecho de que su cadáver no fue velado en la Iglesia puesto que lo que el sacerdote ofreció era una residencia, lo que no deja de ser sugerente. He allí la razón por la cual los restos de Manuel Belgrano están en el patio delantero de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y Convento de Santo Domingo y el Mausoleo del Gral. San Martín fuera de la nave de la Catedral Metropolitana junto a otros dos insignes masones como los generales Tomás Guido y Juan Gualberto Gregorio de Las Heras. La Iglesia los mantiene cerca, pero no les permite aposentarse en suelo sagrado.
Finalmente aclarar que puede llamar la atención – a quien no conozca en profundidad cómo funciona la Masonería en el mundo – que un artista popular como Gardel fuera admitido en su seno; pero no es así, por el contrario, son innumerables los ejemplos de gente del espectáculo que tuvo participación en logias masónicas. Francisco Petrone, Lucas Demare, Florencio Sánchez, Emilio Onrubia, Roberto Casaux, Enrique García Velloso, Enrique Muiño, Homero Manzi fueron maestros masones.
El doctor Antonio Las Heras es autor “Sociedades secretas: Masonería, Templarios, Rosacruces y otras órdenes esotéricas” libro que recibió el Premio Faja Nacional de Honor en el Género Ensayo de SADE, Sociedad Argentina de Escritores. alasheras@hotmail.com




Notas de dp:


Disertación de Antonio Las Heras sobre la pertenencia de Carlos Gardel a la Masonería (copiar y pegar en otra página):

https://youtu.be/3UjmQvf-mWY

Recomiendo ver el siguiente documental que refuerza lo expuesto en el artículo (copiar y pegar en otra página)

 https://youtu.be/MXYdiDcl5mk


dp





Hombre de negro




martes, 23 de marzo de 2010

EXPOSICION SOBRE GARDEL


Inauguran una exposición permanente sobre Carlos Gardel en el Club Pueblo Unido

En la sede de esta prestigiosa institución de Avellaneda, Lavalle 23, frente a la Plaza Alsina, a 15 minutos del Obelisco, se inauguró una muestra de fotografías y documentos exclusivos de la vida del mítico cantor popular. Tendrá carácter de exposición permanente.
La misma, que fue donada por el propio presidente de la entidad, Rodolfo Borda, dijo: «El espectáculo de inauguración y la muestra fueron dispuestas con entrada libre y gratuita. Además se invitó a las autoridades municipales, a la comisión directiva de Racing, por ser Gardel uno de sus hinchas, a otras instituciones de Avellaneda y a entidades relacionadas con el tango».
Las autoridades del club Pueblo Unido van a establecer días y horarios para que la gente pueda ver la muestra, en la que podrán apreciar fotografías tomadas en el hipódromo de Francia y otras junto a otros artistas, como así también en el rodaje de sus películas o cantando.
Por otra parte, entre los documentos que los fanáticos de Gardel pueden encontrar, está la carta de ciudadanía, la cual fue sacada gracias a los favores del caudillo Alberto Barceló.
«Tengo el prontuario de Carlos Gardel por hurto a los 14 años en Florencio Varela, por lo que estuvo preso, y una carta de ciudadanía no se podía otorgar si tenias antecedentes penales - relató Borda a La Ciudad - entonces Don Alberto Barceló, que tenía gran poder, trajo al jefe de policía, con dos testigos que eran empleados policiales, los cuales declararon que el solicitante era de gran conducta y honestidad”.

Esta historia, además de estar documentada, también forma parte de alguna manera de la vida del propio Rodolfo Borda. «Comencé a trabajar en la Justicia en el año 1951, justo en el Juzgado donde Carlos Gardel había sacado en el ’25 la carta de ciudadanía - relató el presidente de Pueblo Unido - mis jefes de ese momento eran los mismos que le habían hecho la tramitación y me contaron como fue la historia».
Tras 25 años de recopilación de datos e investigación, Borda también pudo descifrar los por qué de la duda en cuanto al lugar de nacimiento del cantor. «Después de la primera Guerra Mundial, se firmó un convenio entre Francia y Argentina para que los franceses tuvieran que volver a su país para cumplir con el servicio militar; convenio que no tenía Uruguay», aseguró.
«Como Gardel ya era popular y Barceló ya tenía gran poder, éste le consigue una partida de nacimiento falsificada en Tacuarembó para poder viajar - puntualizó - ahora Inés Gardés, la sobrina nieta de Carlos y madrina de esta muestra, me trae la partida de nacimiento de Toulouse para exponer en el club».
Historias como la narrada por Rodolfo Borda, anécdotas y distintas imágenes de la vida de Carlos Gardel, son algunas de los valiosos testimonios históricos que los vecinos podrán descubrir en Pueblo Unido, gracias a esta primera muestra permanente, que sin dudas enriquecerá el patrimonio cultural de Avellaneda.

Fuente: Diario La Ciudad, 23/3/2010

dp