viernes, 11 de febrero de 2022

GÉNESIS DE LOS COLORES NACIONALES

 




Días atrás me toco ser anfitrión de un grupo de venezolanos, que

vinieron a conocer Buenos Aires, entre los lugares de visita los llevé a

conocer la Catedral de Buenos Aires, cuando pasamos por el mausoleo del

Gral. San Martín el cual esta precedido por la Bandera del Ejército de los

Andes me preguntaron el significado y origen de nuestros colores patrios

si bien creo haber evacuado satisfactoriamente todas sus inquietudes, me

propuse profundizar sobre el tema a fin de ilustrarme sobre los orígenes

de nuestros colores patrios.


Es común escuchar que los mismos provenían:

 De los colores borbónicos, de la casa de Fernando VII.

 De los colores de la Virgen de Lujan,

 De las Escarapelas distribuidas por French y Beruti, que

dieron origen al color de nuestra Bandera etc.,

 De los uniformes de los Patricios


Incluso el historiador Norberto Galasso nos resalta en su biografía

sobre San Martín que en España “el 15 de julio de 1789 José de San

Martín viste el uniforme de Murcia con los colores futuros de la

bandera nacional; casaca, chaleco y pantalón blanco, con cuello y

bocamangas azules, sombrero negro, cabello largo con bucles

sobre las orejas y coleta hacia atrás empolvada en blanco”.

Si bien muchos ejércitos en el mundo utilizaban el color azul en sus

uniformes el origen de los mismos en nuestro ejército es otro y no

compete a este trabajo.


Pero todo lo que se dice sobre los colores de nuestra bandera ¿Es

tan así? ¿Cual es la verdad sobre el génesis de nuestros colores patrios?

¿Qué hay de mito y verdad? ¿Realmente son los colores borbónicos?

En realidad carecemos de los antecedentes que son indispensables

para establecer con predición el origen, de hecho encontré muy poco

material.


Sabemos que Belgrano dio a la bandera los colores de la escarapela,

pero ignoramos por qué la cucarda se hizo así. Puede afirmarse que los

Patricios usaron en 1807, un pompón de esos colores, los que fueron

divisa patria en 1810.

El blanco y celeste podría tener su principio más de un siglo y medio

antes del pronunciamiento de Mayo


En efecto: el Cabildo de Buenos Aires, ignorando que en 1580 él

mismo ya había dado escudo a la ciudad, el 5 de noviembre de 1649

dispuso que serían sus armas las que en el libro de acuerdos quedaban

pintadas; debe hacerse notar aquí, que sólo fueron toscamente

dibujadas a tinta oscura, sin ningún color.


En el escudo que así se adoptó, en la sección inferior figuraba un

mar o río encrespado, en cuya superficie parecía flotar parte de un ancla;

en el cuartel superior, se diseño una paloma al parecer en vuelo,

representación del Espíritu Santo.





Se ha interpretado ese escudo como simbolización de nombre de la

ciudad, y de su puerto, por cuanto la paloma, emblemáticamente, es

parte de la Santísima Trinidad, en su representación del Espíritu Santo, y

el agua con un ancla flotando, sería el puerto de Buenos Aires.


Estando el puerto sobre el río de la “Plata”, tendríamos que el

cuartel inferior del escudo, le correspondería el color de la plata, que en la

heráldica está imaginado también con el blanco, y al superior, el azul del

cielo, desde el momento que si la paloma vuela libre, forzosamente ha de

hacerlo en el espacio.


Este es el antecedente más antiguo que se ha hallado, y que

interpretado así podría ser el origen de nuestros colores.

Este escudo de 1649, con agregados y modificaciones, es el que

adoptó la Ciudad de Buenos Aires en 1856, y que fue confirmado en 1923.


La real cédula de 1794 que creó el Consulado de Buenos Aires,

especie de tribunal de comercio, en el cual en ese momento trabajaba

Manuel Belgrano, establecía al final que sería “su blasón las armas de la

ciudad, orladas con figuras alusivas a sus instituto”. Significa este, que

tendría el mismo escudo que Buenos Aires, o sea el de 1649, con el

aditamento, en su contorno, de figuras simbólicas del comercio, la

industria, la agricultura, la navegación, etc. tal como así se hizo.


El 22 de noviembre de 1795 el Consulado se dirigió, al virrey,

solicitándole una lámina de cobre de las existentes en los depósitos

fiscales, pues teniendo ya el dibujo de la orla que debía rodear a las

armas de la ciudad, le era necesaria para pintar en ella el escudo

ordenado por Su Majestad.


El dibujo lo trazó Juan de Dios Rivera, y como se trataba de

“pintar” el escudo en esa lámina, es de suponer que al colorearlo

le haya dado en la parte de la armas de la ciudad, los colores de

correspondientes, según ya se explicó, o sea, cielo en la sección

superior, Río de la “Plata” en la inferior.


Tenemos así, que tanto el escudo de 1649 como el de 1794. Llevan

los mismos colores que cedieron al nacional actual sancionado en 1813,

época en que ya estaban consagrados por los argentinos, como

característicos de la nueva nacionalidad que surgía

Por otro lado hay historiadores que sostienen que Belgrano se

inspiró en los colores de los Borbones al crear la bandera se basan en

que estuvieron presentes en el Consulado, cuyo secretario fue Don

Manuel Belgrano.


Según el Acta de instalación del Consulado mencionado la

enseña elegida por esa corporación tenía los colores blanco y celeste.

Estos colores responden a la banda de la Real Orden de Carlos III,

establecida en 1771 por ese rey, quien se inspiró en la túnica y manto de

la Virgen de la Inmaculada Concepción, declarada

Patrona Universal de los Reinos de España e Indias en 1760. La

condecoración que se creó para la Orden pendía de una cinta celeste-

blanca-celeste, como la banda de nuestros presidentes, colocada desde el

hombro derecho a la faltriquera izquierda. En el famoso cuadro de

Francisco Goya sobre la familia real se observa a Carlos IV usando esta

condecoración. La tesis mitrista sostiene a partir de 1878 esta

interpretación, basándose en esa pintura, ya que antes había adherido a

la tesis que lo relacionaba con el uniforme y penacho de los Patricios.


Como conclusión y en virtud de lo ya expuesto; podemos decir que

el génesis de nuestros colores patrios se establecen en el Cabildo de

Buenos Aires, el 5 de noviembre de 1649 manifestados en el escudo

de Buenos Aires, 122 años antes que se establecieran los colores

borbónicos en España en 1771, y 111 años antes a los colores

establecidos a la Virgen Patrona Universal de los Reinos de España e

Indias en 1760.


BIBLIOGRAFÍA

http://www.banderero.com.ar/historia.html

http://www.manuelbelgrano.gov.ar/bandera_colores_simbolismo.htm

Galasso, N. Seamos libres y lo demás no importa nada. Vida de San

Martín. Buenos Aires. Edit. Colihue, 2009. Pág.24

Cánepa, L., Historia de lo símbolos nacionales argentinos. Buenos

Aires, Editorial Albatros. 1979



Autor: PABLO CORREA

pacorrer_01@yahoo.com.ar




dp 







1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnifique vue.
Henri Amiache.
France