XXI ANIVERSARIO INDEPENDENCIA DE UCRANIA

Celebramos los 21 años de la declaración de independencia de Ucrania, un país milenario, que conquistó su plena libertad hace tan poco tiempo.

Argentina y Ucrania están unidos desde hace más de 100 años, por el comienzo de la llegada de miles de inmigrantes a estas costas, que venían a buscar la posibilidad de vivir en libertad y de progresar materialmente.

Ya en 1920 la Argentina reconocío la independencia de Ucrania por primera vez, proceso libertario que duró muy poco tiempo, doblegado por el avance de las tropas bolcheviques.

Ucrania tiene una historia y una cultura signada por las guerras, las persecusiones, la dominación extranjera y hasta el hambre provocada en forma artificial, acontecimientos que dieron un tinte dramático a nuestra idiosincracia.

Justamente fue nuestra cultura la que nunca pudo ser doblegada y nos hizo sobrevivir a penurias indecibles.

Así mantuvimos la llama encendida y logramos avivar el fuego recostándonos en nuestro idioma, nuestras canciones, en la danza, en el arte del bordado, en nuestras comidas y tantas otras expresiones.

En la extensa diáspora ucraniana surgieron instituciones que velaron por las tradiciones y estas mantuvieron el espíritu de lucha intacto.

Hoy en día soportamos un nuevo embate del poderoso vecino que logró transplantar grandes cantidades de población a nuestro territorio, que expulsó y aniquiló a los campesinos de los campos fértiles de Ucrania, dando la pelea sobre un nuevo campo de confrontación, el bastión inexpugnable de la nacionalidad: el idioma ucraniano.

Este poderoso vecino es la Federación Rusa, que antes se manifestaba como la conjunción de satélites dominados por el comunismo y ahora, bajo el disfráz de un tierno cordero democrático, sigue añorando pasadas glorias.

Discurso pronunciado en Plaza Ucrania, Avellaneda, 25/8/2012

Rusia, otrora soviética, ahora presuntamente democrática, pero siempre imperialista, logró imponer su idioma en amplios sectores de la población y forzó la adopción del mismo en forma oficial, pero solo con la intención de seguir manteniendo una hegemonía geopolítica. Esto formó de un plan perfectamente trazado y ejecutado durante varias décadas.

Rusia, entre otros métodos de dominación, impuso un programa de exterminio utilizando la colectivización forzada de nuestras cosechas y ganado, conocida como Holodomor, que dejó un saldo de millones de muertos.

Las poblaciones minoritarias de orígen ruso asentadas en territorio ucraniano, fueron trasplantadas por la fuerza, a costa de programas de aniquilamiento o del desalojo de las  habitantes originales.

En cierta medida esta imposición política guarda similitud con el conflicto que tiene Argentina con el Reino Unido por las Islas Malvinas, donde también se pretenden imponer los privilegios de una población usurpadora.

Rusia quiere lograr ahora con la imposición de su idioma en territorio ucraniano, lo que no logró mantener por la fuerza de las armas: el sometimiento definitivo.

Todos los ucranianos, en cada rincón del mundo, debemos de salir a dar pelea para defender nuestra soberanía territorial y cultural.

Pareciera que logramos la independencia pero que la misma aún no está consolidada.

No nos dejan vivir en paz!!! unidos a una Europa progresista y desarrollada y pretenden de nuevo meternos  en una Cortina de Hierro moderna, mucho más sutíl que la anterior, pero basada en principios tan tiránicos como los antiguos.

A 21 años de la Declaración de Independencia nos siguen hostigando. Pero ahora  les decimos: seguiremos resistiendo con el mismo espíritu valeroso e indestructible de siempre.

Reafirmemos hoy el compromiso de continuar en la senda de la libertad, porque solamente ella nos dará la energía suficiente para mantener la Patria íntegra.

dp

El presente texto formó parte del programa oficial de festejos por el XXI Aniversario de la Independencia de Ucrania