Existe la demencial idea de cambiar el nombre de la estación ferroviaria de la ciudad cabecera del municipio de Avellaneda y suplantarla en homenaje de dos personas que fueron asesinadas en medio de una marcha de protesta.
La identidad, entre otros cosas, se la da a la sociedades el sentido de pertenencia, la cultura, el nombre del lugar.
Avellaneda es conocida por todo el país y hasta por el mundo, dado su importancia geopolítica y su trascendencia en distintos ámbitos, sobre todo el deportivo.
Un grupo de militantes políticos, desde hace varios años, desea auto homenajearse, dándole el nombre de dos víctimas de protestas sociales, que más allá del triste y condenable episodio de su muerte, no puede adjudicarse derecho alguno para cambiar el contexto socio histórico en el que vive una comunidad desde hace más de 100 años.
Los políticos que apoyan esta iniciativa, solo se manejan por sus apetencias de popularidad y deseos de poder, cayendo en demagogia y abuso de poder al pretender impulsar algo que va en contra de los intereses, deseos y derechos de los habitantes del Municipio de Avellaneda.
Ningún vecino fue consultado, ningún acuerdo fue dado por ninguna institución local, pero un puñado insignificante de dirigentes políticos quiere cambiar la identidad de un municipio de más de 350.000 habitantes.
Por estas causas y otras que seguro poseen otros ciudadanos, es que nos debemos de oponer vehemente, con energía y denunciando la locura demagógica de un sector minúsculo, para que no nos quiten la dignidad de querer llamarnos como querramos.
Y queremos llamarnos con el nombre de un Presidente de la República, que entre otras cosas, supo tener el valor político de gobernar la Argentina y hacer lo necesario para que toda la Patagonia nos pertenezca y no cayera en manos extranjeras.
Las minorías tienen derecho a expresarse, pero cuando intentan imponer por la fuerza de manifestaciones, cortes de avenidas, puentes, alteración de la paz social, impedimento de los derechos constitucionales de libre circulación y trabajo, exhibición de palos (armas) para garantizar su seguridad, etc, se convierten en factores de poder desestabilizadores, totalitarios y hasta terroristas.
Avellaneda es Avellaneda y no otra cosa, otro nombre, otro espíritu. No nos pueden imponer conductas, partidismos, sectarismos o la voluntad de cualquiera que pretenda avasallar los derechos ciudadanos.
dp
Audio del programa de "En la Mira" 21/3/2017
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10 comentarios:
Muy bueno. Lo comparto. Los vecinos de Avellaneda tienen que defender la identidad de su lugar. Saludos.
Dalila, de Bariloche, Argentina
comparto y no. igual es muy interesante. un abrazo!
Excelente nota.
Santiago P., de Buenos Aires
TOTALMENTE DE ACUERDO CONTIGO DANIEL !!!
MUY BUEN ARTÍCULO !!!
GRACIAS
JOSÉ, DE BECCAR, PROV. DE BS. AS.
Daniel comparto en un 100 x 100 todas y cada una de tus palabras. Te envío un cordial abrazo
Juan Carlos S., de Buenos Aires
Estoy totalmente de acuerdo con tu planteo.
Soy de Avellaneda y no siento necesario que, para recordar a estos muchachos, sea necesario cambiarle el nombre a la estación de tren. Los 26 de cada mes, durante 10 años, los han instaurado sus compañeros, han pintado todos los alrededores de la estación, y hasta tienen un predio al lado mismo de la estación, donde se reúnen habitualmente.
Y como si todo esto no ha sido poco, creen necesario cambiar el nombre de la estación.
Cuando hayan cambiado el nombre, también lo harán con el municipio?
Hay un proyecto para cambiar el nombre de la Avenida Pavón e Hipólito Yrigoyen, por Néstor Kirchner.
Hasta donde quieren llegar?
Un gran abrazo.
Gabriel Y. de Avellaneda.
Daniel: me parece desastrozo que desde hace tiempo se le cambie el nombre a las calles, o a los estadios o a los edificios por nombres de personas más cercanas en el tiempo y -parece que por ello- más actuales para la gente. Las cosas tienen su nombre en homenaje a alguien, y si otro alguien merece un homenaje no es cuestión de arrebatarle el honor a quien ya lo tiene. Quizás haya muchos que no merecen homenaje y tienen sus nombres desparramados por ahi, y eso estaría bien cambiarlo. Por supuesto que no es el caso de la ciudad de Avellaneda, me parece una tremenda falta de respeto a la ciudadanía y a Nicolás Avellaneda. Muy buena nota.
ESTIMADO ASI COMO QUIEREN CAMBIAR LA IDENTIDAD DE UN PUEBLO QUE CRECIO BAJO EL NOMBRE DE AVELLANEDA, DEBE SER Y NO OTRA; TAMBIEN ESTAN CAMBIANDO NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL EUROPEA CON INMIGRANTES LIMITROFES, Y APESAR QUE NO COMPARTO MUCHAS COSAS CON TU NOTA POR MI PENSAMIENTO POLITICO, SI ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO LAS COSAS DEBEN QUEDAR COMO ESTAN Y PUNTO AVELLANEDA ES AVELLANEDA.
SALUDOS
Le quieren cambiar el nombre a Avellaneda! esto es sacarle la identidad al Municipio,es una verguenza! otra vez quieren "borrar" la historia!
Marina V., Argentina
Hola Daniel, no soy argentino pero esta situación puede suceder en cualquier país. Se ha demostrado que por más que cambien el nombre de una avenida la gente la seguirá llamando por su nombre original. No tiene sentido cambiarle la identidad a un sector, y mucho menos para reverenciar la muerte, por demás injusta, de otras personas.
Es mi humilde opinión.
Saludos
Rafael Baralt
@raguniano
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