Cacerolazo Libertario del 13 de Septiembre
de 2012.
Acabamos de ser partícipes de una espontánea
manifestación, la más importante autoconvocada
en los últimos años en contra de las medidas arbitrarias del régimen K.
Más allá de analizar las mismas, por demás
reseñadas de distintas formas, me quiero centrar en una imágen simbólica que
sintetiza el espíritu que convocó a la mayoría de los asistentes.
La Plaza de Mayo es el punto donde late el
corazón social y político de la Argentina. Algún funcionario del gobierno de la
ciudad decidió resembrar el césped hace apenas muy pocos días. Para ello
colocaron cintas de señalamiento de color amarillo, a modo de contención para
evitar invasiones que hubiesen arruinado su trabajo y el crecimiento de pasto y
flores, tan castigadas por diferentes movilizaciones populares.
Las decenas de miles de manifestantes
presentes hoy lo respetaron, cosa verdaderamente llamativa dado el grado de
“destructividad” que poseemos los argentinos, cuya limitación posibilitó la preservación del trabajo de los operarios y
la vida de las plantas.
El símbolo que pretendo hacer ver, es que
ese césped sería lo que es nuestra Constitución Nacional y que los manifestantes
no se atrevieron a pisar, por respeto y convicción.
Esto marca todo un cambio de conductas,
porque antes estábamos acostumbrados a expresarnos en la Plaza de Mayo, pero a
costa de la cuasi destrucción de la misma. Esta vez lo hicimos cuidando de
ella.
La inmensa mayoría de los presentes sin
duda, respeta la carta magna, pero en otras épocas no tenían en cuenta los
límites que ella misma impone, pisoteando así los derechos de otros.
Algo está pasando en la Argentina; un giro
en torno al cambio con respeto al prójimo, y no con la imposición de fuerzas
políticas presuntamente mayoritarias, que justamente en nombre de esos sectores
destruyen las garantías constitucionales.
La Constitución Nacional debe preservarse
siempre, como hoy se hizo con el césped, representando asi nuestro suelo, nuestros cultivos, nuestra casa.
El límite simbólico, fue la delgada cinta amarilla que paró la presión
de decenas de miles de personas, pero que tuvo la fuerza que solo las leyes
justas otorgan.
Queda en manos del régimen la potestad de
cambiar o de seguirla pisoteando.
dp
Reportaje que me hizo Press TV (Televisión de Irán) la noche del cacerolazo. Entrevista de Constanza Heller
http://www.presstv.ir/detail/2012/09/14/261484/argentinians-protestors-anticrime-measures/
Reportaje que me hizo Press TV (Televisión de Irán) la noche del cacerolazo. Entrevista de Constanza Heller
http://www.presstv.ir/detail/2012/09/14/261484/argentinians-protestors-anticrime-measures/
12 comentarios:
Había tanta gente y sin embargo nadie se atrevió a pisar el césped Algo está cambiando. Genial tu artículo.
Patricia, de Buenos Aires
muy bueno, el jefe de Gabinete,don Abal Medina, parece no entenderlo. Saludos!
Zielo, de Buenos Aires
Muy buen artículo y muy clara la metáfora del césped y la Constitución. Abrazo!!!
Pablo C.
excelente paralelismo! Todo depende del cristal con que se lo mire. Hoy en 678 dijeron q eran espacios vacíos y no era tanta gente!
María Gabriela, de Rosario
muy bueno tu artículo!
Lila A., de Córdoba, Argentina
Una reflexión y una foto que no dejan lugar a dudas. Quien lo quiera entender seguro que no es del gobierno. Te felicito.
Excelente artículo. Muy buena la comparación!!! Lástima que no sé si llega a todos los cerebros..
Daniela D. Argentina
Lei y me parecio excelente nota, suerte q no la tradujeron, sino la arruinan.
Mabela. Argentina
Un exelente símil que hace en este muy claro artículo. muy bueno.
un cordial abrazo.
inghilt
Buena nota, buena comparación!
Mariana V. Buenos Aires
Daniel, haces resaltar un detalle quizá poco percibido por la colectividad mundial que siguió con detenimiento esa manifestación. Lo que más me gustó de tu escrito es la manera neutral y perfectamente analizada de la situación.
Excelente blog, felicitaciones!
Saludos,
Rafael Baralt
@raguniano
Gran analogia.
Congrats
@ArrobameAhora
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