viernes, 24 de marzo de 2023

BOLIVIA Y SU MAR



Desde chico me gustaba ver la tapa de los cuadernos de veinte hojas, esos cuadernos donde se veía el mar y sobre él, la imagen de Eduardo Avaroa.

Me emocionaba ver ese dibujo.

Y por supuesto...

Por todos lados escuchaba el lamento boliviano, ese qué desde niños nos metieron en la cabeza.

... Y las paredes pintadas con la estúpida frase: "Matar un chileno es hacer patria".

Y el viejo cuento...

"Bolivia país pobre, abusado", y el discurso encendido cada veintitrés de marzo.

Y los nombres...

Eduardo Avaroa, Ladislao Cabrera y algún otro más.

Y la frase rimbombante que la maestra dictaba y nosotros repetíamos como loros:
"!Temblad rotos, qué aquí entran los colorados de Bolivia!"

Pero nunca nos dijeron...

Que la pérdida del Litoral se debió a los gobiernos incapaces qué tuvimos desde siempre.

Que la pérdida del Litoral, al igual que la pérdida del Chaco y el Acre, se debió al abandono de nuestras fronteras, resultado del accionar del andino centrismo qué desde siempre creyó y sigue creyendo que Bolivia comienza y termina en La Paz.

Nunca nos dijeron...

Que los enfrentamientos políticos y comerciales existentes entre La Paz y Chuquisaca terminaron asfixiando al Puerto de Cobija, todo porque a los paceños les salía más barato exportar por Peru y por el solo hecho de afectar al comercio chuquisaqueño, jamás se invirtió en mejorar nuestro único puerto marítimo en el Litoral.

Nunca nos dijeron...

Que no habían militares en Antofagasta, qué apenas veinte gendarmes mal equipados custodiaban ese inmenso y desolado territorio fronterizo.

Jamás nos enseñaron...

Qué la mayoría de habitantes en la zona eran chilenos, y que los cuentos patrioteros de heroísmo fueron inventados luego, solo para dignificar una desastrosa derrota.




Y claro...

Nadie nos enseñó en la escuela, nadie nos dijo que Eduardo Avaroa defendía en justa medida y con toda razón sus propiedades e inversiones en la zona, y que lo del patriotismo era algo de segundo orden.

Tampoco nos dijeron en la escuela qué estaba borracho y bueno, todo borracho se pasa de macho y valiente.

Nadie nos contó en la escuela...

Nadie nos enseñó que Bolivia recibió una indemnización económica de Chile, tampoco nos enseñaron qué esa plata solo benefició al andino centrismo de la época, como siempre.

Y pa acabarla de enterar...

Si alguna posibilidad de recuperar territorio existía, esta opción murió en el gobierno de Evo Morales, el día que el Tribunal de la Haya falló a favor de Chile.

Y en síntesis...

¿Festejo por el veintitrés de marzo? ¡Naaaa!

Pero seguro que somos el único país en el mundo, el único país que festeja con discursos, desfiles y actos cívicos, su más vergonzosa y dolorosa guerra perdida...


Autor: José Adolfo Párraga Mejía

Fb.: @El Escribidor



dp 



1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicitaciones! Gran artículo.
Juan Manuel Basualdo