Uno de mis nietos me requirió un texto sobre Perón, para presentar en una tarea de la escuela. Y me aclara: “con tu perspectiva”
¡Pavada de responsabilidad! ¿Cómo se puede hablar de Perón de modo subjetivo sin llenar el texto de epítetos?
Por otro lado, uno debería ser “objetivo” y algo didáctico, ¿no?
Bueno, esto es lo que salió:
Fue un militar argentino que comenzó su participación política en el golpe militar del año 1930 realizado por el general Félix Uriburu, que destituyó al presidente radical Hipólito Yrigoyen.
Muchos años después, en 1943 organizó un golpe militar contra el presidente Ramón Castillo a través del GOU (Grupo de Oficiales Unidos). Debemos recordar que entre 1939 y 1945 fue la Segunda Guerra Mundial.
Ese golpe militar en el que participó Perón, tenía una orientación claramente favorable para los nazis y los fascistas, y Perón creía que Hitler ganaría la guerra.
Perón conoció personalmente al dictador italiano Benito Mussolini, aliado con Hitler en la guerra. Lo admiraba por sus ideas llamadas “Fascismo” que era una alianza en contra del comunismo que había triunfado en Rusia en 1917. Mussolini quería “La grandeza moral y material del pueblo italiano”. O sea que su partido quería incluir y representar a “todo el pueblo”, a través del fortalecimiento de los luchadores (milicias) y trabajadores sindicalizados. El fascismo deslumbró a Perón, y decidió traer ese modelo para la Argentina.
Le fue bien como Ministro de Trabajo de ese régimen nacido en el golpe de 1943, y luego de numerosos avatares políticos llegó a la presidencia en 1946. El principal suceso ocurrió el 17 de octubre de 1945, una marcha de obreros principalmente frigoríficos del Gran Buenos Aires, organizada por el sindicalista del partido laborista Cipriano Reyes. De ahí la famosa foto de personas con chaquetas a la moda mojándose los pies en la Plaza de Mayo. Fue el lanzamiento político de Perón a la presidencia.
Con el fervor del “pueblo trabajador” inauguró un gobierno muy personalista, autoritario, combatió a los periódicos que no eran oficialistas, persiguió y encarceló a opositores, incluido al artífice del “Día de la Lealtad Popular”, Cipriano Reyes. Lo bueno es que pudo aprovechar las inmensas riquezas en alimentos que la Argentina exportó a una Europa devastada por la guerra. Se decía por entonces que los pasillos del Banco Central estaban atiborrados de lingotes de oro.
La llegada de Evita a su vida le dio un enorme impulso a las emociones populares. La “Fundación Eva Perón” regalaba bicicletas, pelotas, máquinas de coser a los pobres, a quienes se llamaba con algo de desprecio y amor como “descamisados”.
La bonanza económica se fue terminando a través del despilfarro de recursos públicos, y comenzó un período de escasez y descontento allá por el año 1952. Precisamente el año en que murió Evita. Los funcionarios y empleados del Estado debieron llevar luto obligatorio.
Finalmente, en 1955 Perón fue destituido por un cruento golpe militar llamado “Revolución Libertadora”, aunque se le permitió huir del país. Gobernaba el Gral. Aramburu.
Perón vivió protegido por el dictador Stroessner en Paraguay, luego por el dictador Somoza en Nicaragua, luego se estableció en España al amparo del dictador Francisco Franco, triunfador fascista de la Guerra Civil Española que dejó 1 millón de muertos poco antes de la Segunda Guerra Mundial.
NOTA DE dp: Además fue asilado por los dictadores Pérez Jiménez, de Venezuela, y el más sanguinario de todos los dictadores latinoamericanos, Trujillo de República Dominicana.
Desde España, Perón dirigió su movimiento llamado “Justicialismo” durante 18 años, hasta que finalmente retornó al País en 1973. Por entonces gobernaban la Argentina los militares, que estuvieron en diferentes períodos en el Poder, hasta que finalmente el General Lanusse permitió el “Operativo Retorno”. Perón estuvo un corto tiempo en la Argentina y volvió a España para preparar su definitivo retorno luego de las elecciones.
En las elecciones de 1973 ganaron los peronistas de la mano de Héctor Cámpora, que simpatizaba con el sector de “jóvenes revolucionarios” de tendencia fuertemente izquierdista. Perón los llamaba “juventud maravillosa” (los combatientes Montoneros) para que lucharan por medios violentos contra los militares, y cometieron innumerables atentados contra empresarios, policías, políticos, militares, sindicalistas.
Pero cuando retornó definitivamente, hizo renunciar a Cámpora, echó a los Montoneros de la Plaza de Mayo, y llevó al poder a los grupos de ideología totalmente opuesto: el viejo fascismo.
Cansado y enfermo, falleció en Julio de 1974 dejando como presidenta a su esposa Isabel Perón, que era la vicepresidente. Y allí se desató la peor violencia imaginable.
Los militares del “Proceso” echaron a Isabel Perón en 1976 y generaron la más cruel represión contra los Montoneros y demás grupos guerrilleros. El gobierno militar terminó por el desastre de la Guerra de Malvinas de 1982, y los derrotados llamaron a elecciones.
Contrariamente a lo que se creía, no ganaron los peronistas sino los radicales con Raúl Alfonsín de Presidente.
Dado su fracaso económico, volvió el peronismo de la mano de Menem.
Hubo muchos peronismos: Fascistas con Isabel. Liberales con Menem. De alternancia ideológica con los Kirchner.
Todos quisieron representar al peronismo ya que este sentimiento nunca se salió del “alma popular” hasta el día de hoy.
Tal vez todo esté cambiando en estos precisos momentos.
Autor: David Wald
dp
3 comentarios:
Daniel Pena excelente lo tuyo.
Elisa Kogan
Muy bueno Daniel. Abrazo
Alberto Francisco Ferreira.
Gracias. Muy bueno
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