viernes, 24 de noviembre de 2023

BARCOS DE HORMIGÓN ARMADO - CONCRETO

 


Los Barcos de Hormigón son barcos cuya estructura principal está construida en hormigón armado, es decir, hormigón (o concreto) y barras de acero además de usarse otros materiales tradicionales como la madera. La principal ventaja de construir barcos con hormigón armado es que los materiales son baratos y fácilmente accesibles, mientras que las desventajas son que los costes de mano de obra de construcción son elevados así como sus costes operativos (Los barcos de hormigón precisan de gruesos cascos lo que significa masa extra que empujar y menos espacio para la carga). 


Durante el final del siglo xix, en Europa, se usaron barcazas de hormigón en los ríos y durante la I y II guerras mundiales, debido a la escasez de acero, los mandos militares de EE.UU. ordenaron la construcción de pequeñas flotas de barcos de hormigón para alta mar, el más grande de los cuales fue el SS Selma (1919).


La embarcación de hormigón armado más antigua que se conoce fue un bote construido por Joseph-Louis Lambot en Francia en 1848. El bote de Lambot fue mostrado en la Exposición Universal de París (1855). A principios de 1860 se construyeron varias barcazas de hormigón en Europa para su uso en canales y alrededor de 1896, un ingeniero italiano, Carlo Gabellini, comenzó a construir pequeños barcos de hormigón para su salida al mar. El más famoso de sus barcos fue el Liguria.


Entre 1908 y 1914, grandes barcos de hormigón se comenzaron a construir en la República Federal de Alemania, Gran Bretaña, Holanda, Noruega, y California. Los restos de un barco británico de este tipo, el auxiliar costero Violete construido en 1919, pueden verse aún en Hoo, condado de Kent.


El 2 de agosto de 1917, Nicolay Fougner de Noruega, botó el primer barco de hormigón auto-propulsado destinado a navegar por el océano. Era un buque de 26 metros de eslora y 400 toneladas llamado Namsenfjord. Debido al éxito de este barco, se ordenó la construcción de varias unidades más y en octubre de 1917, el gobierno de los Estados Unidos, invitó a Fougner a encabezar un estudio sobre la viabilidad de la construcción de estos barcos en los EE.UU. La compañía Fougner de construcción de barcos de hormigón calculó que el coste por tonelada muerta sería de 290$ para los barcos Cape Fear y el Sapona. Barcos que presumiblemente construyó.





Casi al mismo tiempo, el empresario californiano W. Leslie Comyntomó la iniciativa de construir sus propios barcos de hormigón. El creo la San Francisco Ship Building Company en Oakland, California y contrató a Alan MacDonald y Victor Poss para diseñar el primer barco de hormigón americano, un vapor de,6125 toneladas llamado SS Faith.


El 12 de abril de 1918, el presidente Woodrow Wilson aprobó la creación del programa Emergency Fleet Corporation que preveía la construcción de 24 barcos de hormigón para la guerra. Sin embargo, cuando la guerra terminó en noviembre de 1918, sólo 12 de estos barcos estaban en construcción y ninguno había sido terminado. Finalmente fueron acabados pero pronto se vendieron a compañías privadas que los usaron para el transporte de cargas ligeras, almacenaje y desguace.


En el periodo de entre guerras hubo poco interés comercial o militar en la construcción de barcos de hormigón. La razón fue que otros métodos de construcción de barcos eran más baratos y menos laboriosos y también sus lo eran sus costes operativos. Sin embargo, en 1942, después de que U.S. entrara en la II Guerra Mundial se encontraron que con grandes carencias de acero. Consecuentemente, el gobierno de los Estados Unidos contrató a McCloskey & Company para que construyera 24 barcos de hormigón auto-propulsados. El astillero estaba en Hookers Point Tampa, Florida y en su momento de mayor actividad llegó a contar con 6.000 empleados.


Distintos tipos de barcazas se construyeron y se emplearon posteriormente en la 2da GM para formar rompeolas y puertos artificiales.



Fuente: en Fb Postales Navales



dp 





1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Daniel por los interesantes artículos. Se disfruta leerlos.
Hugo Bernardi