El escritor grandioso que murió por amor...
Fue uno de los más grandes autores del idioma español y sólo el paso del tiempo hizo que las nuevas generaciones lo crean sólo una avenida o una calle importante.
Había nacido en el interior del Interior, en Villa María del Río Seco, en el norte de Córdoba y estudiado en el Colegio Monserrat en Córdoba Capital. Sus libros, como La Guerra Gaucha, El imperio Jesuítico y muchos más lo convirtieron en el más grande de los escritores de su tiempo en Argentina y en el mundo hispanoparlante.
Tuvo un comportamiento errático en política pero con su pluma siempre brilló. Su hijo, Comisario y Jefe de la Policía, inventó el infame uso de la picana eléctrica para la tortura, que luego se aplicaría a su nieta en los años de la Dictadura, antes de arrojarla desde un avión en vuelo, sobre el Río de La Plata. Cuando a sus 52 años, casado, cansado, se enamoró de Emilia, una veinteañera, su hijo, ese torturador tortuoso y sin honra, que fuera acusado de pedófilo, lo persiguió y lo hostigó para que ese amor no se continuara. Y fue a ver al padre de la joven y lo amenazó con internarlo en un manicomio, declarándolo demente.
El escritor, en 1938, se fue a un hotel en el Tigre, en Buenos Aires y se suicidó con una mezcla de whisky, de cianuro y de decepción. Ese mismo día, a la misma hora, Emilia, que estaba viviendo en Montevideo por pedido de sus padres, se sorprendió al ver que su espejo de mano, sin que nadie lo tocara, se rompiera. Dijo "- Algo pasó. Algo que cambiará mi vida para siempre..."
Tenía razón. Cuando murió, soltera, en 1981, se cumplió con su única voluntad. Que se la enterrara con un oso de peluche. Es que quería estar con el regalo que le hiciera, muchos años atrás, el último de los escritores románticos, ese cordobés incomprendido y genial llamado Leopoldo Lugones...
Por H. Lanvers
dp
2 comentarios:
Exelente! Abrazo
Juan Masa
Vida marcada por la tragedia...
Luis Lafarja
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