La autonomía lanusense y la secesión gerliana a través de Farrell y su decreto anticonstitucional y arbitrario.
En apenas un mes exacto, es decir el lunes 29 de septiembre (Nota de dp: del año 2014), se cumplirán los 70 años de una fec iaga para todos los gerlianos, sin dudas la más nefasta para nuestra ciudad de Gerli, dado que fue un 29 de septiembre de 1944 cuando el Interventor Federal de la Provincia de Buenos Aires (en realidad gobernador de-facto), Gral. Juan Caros Sanguinetti, dictaba el Decreto -de facto Nº 3321 con el que se creaba el Partido de 4 de Junio (con cabecera en Lanús), dividiendo en dos al Partido de Avellaneda y cercenando en dos partes casi iguales a nuestra localidad de Gerli… por eso cada 28 de septiembre conmemoramos el Ultimo Día de un Gerli Unido…
Sancionado dicho decreto caprichoso y arbitrario, y a pesar de los reclamos de entidades de todo el otrora extenso Partido de Avellaneda, de los pueblos de Valentín Alsina (que no quería cambiar de “dueño”) y de nuestro Gerli (varios entes fomentistas se levantaron), el decreto-de facto dictado por el General Sanguinetti, quien dicho sea de paso estuvo en su cargo apenas cinco meses, se hará efectivo el 1ro. de enero de 1945... Es desde entonces y hasta la fecha, dentro de muy poco ya siete décadas, que hay dos Gerli en vez de uno, oficialmente hablando, dado que nuestro pueblo jamás dejó de ser uno solo.
¿Cómo se llegó a esta fatídica situación?
Partiendo paso a paso podemos referir que fue a partir del año 1919 en que el pueblo de Lanús, fundado como Villa General Paz el 20 de octubre 1888, solicitaba su primer pedido de Autonomía Municipal ante las autoridades del Partido de Avellaneda, “chupando” para el nuevo ejido –de acuerdo al proyecto original– a las poblaciones de Valentín Alsina (sin consentimiento previo de los alsinenses) y Los Talleres (ciudad que desde 1923 conocemos como Remedios de Escalada).
Todas las gestiones iniciadas a partir de ahí por la vía democrática, es decir a través de las cámaras de Diputados y Senadores, no tuvieron suerte, ni eco, ni asidero en casi tres de décadas de reclamos… pero luego del Golpe de Estado del 4 de junio de 1943 la “cosa” cambiaría…
Fue así que tras los cortos tres días de “gobierno” del Gral. Arturo Rawson, después del Golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional –aunque fraudulento– del doctor Ramón S. Castillo (en realidad Ramón Antonio Castillo pero, ya en su juventud, cambió la “A” por la “S” para no firmar “RamonA”), asumiría como Presidente de-facto de la autotitulada “revolución del ‘43” el Gral. Pedro Pablo Ramírez. Este militar entrerriano perteneciente al nacionalista GOU (Grupo de Oficiales Unidos), que siendo teniente había combatido durante la Primera Guerra Mundial en el ejército alemán, además un ferviente activista del Golpe de 1930 contra Hipólito Yrigoyen, tampoco duraría mucho tiempo en su cargo como era su deseo personal, permaneciendo como algo más de ocho meses… siendo quizá el desencadenante de su caída el romper relaciones con Alemania y Japón, el 26 de enero de 1944, por presiones de los Estados Unidos en plena Segunda Guerra Mundial.
Casi un mes después, el 25 de febrero de ese año 1944, el que fuera su vicepresidente de-facto y Ministro de Guerra, General de División Edelmiro Julián “El Mono” Farrell, asumiría como nuevo Presidente de-facto de este proceso militar iniciado tras el Golpe de Estado del 4 de junio 1943.
El flamante “jefe de estado” era nativo de Villa de los Industriales, hoy dentro de “Lanús Oeste”, en ese entonces parte integrante del extenso Partido de Barracas al Sud (Avellaneda desde 1904). Fue este oscuro militar que vía un decreto de-facto, de manera totalmente arbitraria y anticonstitucional, por lo tanto injusta, sin el respaldo de la población, crea por “motu proprio” un nuevo Municipio en la Provincia de Buenos Aires que no sólo “parte” en dos al extenso Partido de Avellaneda, sino que seccionará hasta estos días a nuestro Gerli en dos partes casi iguales.
¿Quién fue el “Mono” Farrell?
El oscuro militar que por su propio capricho y autoridad, fragmentara vía decreto de-facto a nuestro Gerli hace ya casi 70 años atrás, era el 11mo. hijo del matrimonio conformado por Juan Celedonio del Corazón de Jesús Farrell y Catalina Plaul, pioneros de Villa de los Industriales, nacido en dicha zona de Lanús Oeste el 12 de febrero de 1887. Egresa del Colegio Militar a los 20 años, como Sub-Teniente de Infantería en 1907, mostrándose desde un primer momento favorable a la Autonomía de Lanús.
Entre 1924 y 1927 estuvo ligado a un regimiento alpino italiano, siendo reconocida su admiración por Benito “El Duce” Mussolini, como tantos otros militares de su camada. Ya como gobernante el “Mono” Farrell decretó la disolución de la Federación Universitaria y los partidos políticos, la reimposición de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas y privadas, implantó una severa censura a la prensa, estableció la veda radiofónica del lunfardo, nuestro argot popular, por considerarlo “de origen criminal y moralmente repugnante”, y debido a ello las letras de tango debieron modificarse para su transmisión pública. El 27 de marzo de 1945 romperá la tradicional neutralidad argentina al Declararle la Guerra a Japón y Alemania, presionado por los yanquis, y luego anunciaría el llamado a elecciones para julio de 1945. Firmaría el tratado del TIAR, para único beneficio de Estados Unidos, y en ese ínterin obligará a renunciar a su Vice-Presidente, Juan Domingo Perón, a raíz de su desmesurado crecimiento político, dictándole incluso prisión en la Isla Martín García. Todos sabemos que luego será liberado por la pueblada del 17 de octubre de ese mismo año, que encabezaron entre otros el gremialista Cipriano Reyes y el Coronel Domingo Alfredo Mercante. El 4 de junio de 1946 le entregará la Presidencia al propio Perón, retirándose de la vida política, para fallecer a los 93 años el 31 de octubre de 1980.
Entre otras “manchas” a su trayectoria se destaca que en 1930, luego del derrocamiento de Hipólito Yrigoyen, estando a cargo de un Cuartel mendocino con el titulo de Coronel... estuvo a un paso de fusilar al eminente intelectual linqueño Arturo Martín Jauretche, aunque finalmente decidió liberarlo y enviarlo “desterrado” a Buenos Aires arriba de un tren; destacándose en compensación, como acciones positivas, que durante su Presidencia de-facto se sancionó el Decreto que establece el Aguinaldo, el dictamen del Estatuto del Peón, la nacionalización de la Compañía de Gas, la instauración de la Justicia Laboral y la creación de la Fuerza Aérea Argentina. Por este hecho, semanas antes de fallecer, fue Condecorado por la Junta del Proceso Militar integrada por los tristemente célebres Videla, Massera y Agosti.
Para finalizar digamos que este dictador de decretos anticonstitucionales, arbitrarios y caprichosos, tiene un busto en los jardines del Palacio Municipal de Lanús, sobre la Avenida Hipólito Yrigoyen 3863 de Lanús Oeste, el que fuera inaugurado el 29 de septiembre de 1998 por el Intendente Manuel Quindimil al cumplirse el 54to. aniversario de la Autonomía lanusense…
En apenas un mes exacto, es decir el lunes 29 de septiembre, Lanús celebrará los 70 años de su Autonomía Municipal, obtenida de manera injusta y arbitraria, mientras que nuestro Gerli sigue “desunido” oficialmente a causas de aquella secesión... pero con la esperanza de Volver a Unirse a través de su Reconocimiento como Nuevo Municipio de Gerli, pero por la vía democrática, como debe ser…
Lo cierto es que hubo un Municipio que nació hace siete décadas atrás con el nombre de un Golpe de Estado: Cuatro de Junio, al que años más tarde un nuevo decreto de-facto del año 1955 le asignó su denominación actual de Partido de Lanús… nuestro Gerli utópico y proletario, desde sus orígenes hace más de 105 años, tiene el nombre de una Fábrica… la misma denominación que llevará cuando sea Reconocido como Nuevo Municipio, sin dudas, en este Siglo XXI que estamos transitado desde hace ya casi cinco lustros…
Autor: Aníbal Alfredo López Guerra
Director de PRENSA LIBRE en agosto de 2014
dp
2 comentarios:
Gracias Daniel por la publicación.
Aníbal Alfredo López Guerra
Muy buen artículo
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