Por Fernando García Acosta
Para que algo exista, debe primero ser nombrado.
Por eso la primera reacción ante lo desconocido, es nombrarlo.
El Nombre identifica, y da categoría de Ser.
El otro nos reconoce identidad a partir de conocer nuestro Nombre, que puede ser más de uno, pero que hablan del mismo.
Las personas tenemos cinco categorías de nombres:
*El Apodo, que nos lo dan los otros, y por el que podemos ser tan mencionados que muchos no sepan cual es nuestro nombre de nacimiento.
*El Seudónimo, que puede ser uno o varios, elegido por uno mismo, y que remplaza al de nacimiento, en distintos contextos.
*El Nombre Simbólico, que es alegórico, y también elegido por uno mismo, suele tomarse de personalidades o ideas que exaltan valores.
*El Nombre de Nacimiento, que nuestros padres nos dan ab origine, y que establece individualidad y existencia formal.
*El Nombre Sagrado, que solo nos puede dar quién sabe cómo inscribir ese Nombre en los tejidos de la Existencia, y que es además, un Nombre de poder.
1 comentario:
Muy bueno! Siempre enseñándome desde tan lejos!
Alejandro Montanari
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