lunes, 6 de enero de 2025

EL 9 DE NOVIEMBRE EN ALEMANIA


Nota de dp: nuevamente la numerología  nos sumerge en las profundidades de los misterios. Nuevamente la clave es el número 3. A este día también se lo conoce como el "Día del Destino". Nada es casual.


9 de noviembre – Día de la Memoria en Alemania

Ninguna otra fecha de la historia alemana está tan asociada a acontecimientos clave, sobre todo la Noche de los cristales rotos de 1938 y la Caída del Muro de Berlín en 1989.




El 9 de noviembre es una fecha muy especial en la historia alemana y por eso se le suele llamar el día del destino de los alemanes. El 3 de octubre es el día de la fiesta nacional. El Día de la Unidad Alemana se celebra la consumación oficial de la reunificación. El 9 de noviembre no es festivo, sino un día de conmemoración y recuerdo. Los actos conmemorativos conmemoran cada año sobre todo el pogromo del 9 de noviembre de 1938 contra los judíos alemanes. Pero Alemania también recuerda la Caída del Muro de Berlín en 1989, que allanó el camino hacia la reunificación alemana.

El 9 de noviembre conmemora estos acontecimientos de la historia alemana:


9/11/1989 – La Caída del Muro

Aquel jueves por la noche, Günter Schabowski, miembro del Politburó de la RDA, anunció por sorpresa en una rueda de prensa las nuevas disposiciones para viajar que afectaban a los ciudadanos de la RDA. Hasta entonces, sólo se les permitía viajar a Alemania Occidental con una autorización, que se concedía en muy raras ocasiones. La mera solicitud provocaba a menudo situaciones de acoso y discriminación. Schabowski afirmó - probablemente debido a un malentendido - que el nuevo reglamento se aplicaría inmediatamente. La noticia se difundió como la pólvora y miles de ciudadanos acudieron en masa a los pasos fronterizos, sobre todo en Berlín. Hacia las 23.30 h, los guardias fronterizos no pudieron resistir más la presión de la multitud y el paso de la Bornholmer Straße fue el primero en ser abierto. Un año después de la Caída del Muro, el 3 de octubre de 1990, Alemania se reunificó oficialmente.


9/11/1938 – La Noche de los cristales rotos

Las revueltas contra los judíos en Alemania y Austria, promovidas y organizadas por el estado nacionalsocialista, pasaron a la historia como la Reichspogromnacht o Noche de los cristales rotos. En los actos violentos participaron miembros de las organizaciones nazis SA y SS vestidos de paisano y uniformados, pero también numerosos ciudadanos; se estima que participó el diez por ciento de la población. Aquel miércoles y en los días precedentes y posteriores, destruyeron y saquearon alrededor de 7.500 establecimientos e instituciones judías, incendiaron 1.200 sinagogas y asesinaron a centenares de judíos. Se dio orden a la policía y a los bomberos de no intervenir. En los días siguientes, más de 30.000 hombres judíos fueron internados en campos de concentración. Se estima que hasta 2.000 personas murieron a consecuencia de los linchamientos. La Noche de los cristales rotos marcó el paso de la discriminación de la población judía a su persecución abierta. El antisemitismo nacionalsocialista culminó en el Holocausto, el asesinato sistemático de seis millones de judíos europeos y otros colectivos de población marginados por los nazis.




9/11/1923 – El golpe fallido de Hitler-Ludendorff

Aquel viernes en Múnich, un Adolf Hitler todavía relativamente desconocido, junto con sus aliados, intentaron derrocar al gobierno elegido democráticamente. La policía puso fin a la intentona golpista al cabo de unas horas, con un saldo de 26 golpistas y cuatro policías muertos. Hitler fue condenado a cinco años de prisión, pero fue puesto en libertad a los pocos meses por “buena conducta”. Diez años más tarde, como canciller del Reich y dictador, declaró el día fiesta nacional. El 8 de noviembre de 1939, en un acto conmemorativo del fallido golpe de Estado, se libró fortuitamente del atentado perpetrado por el opositor al régimen, Georg Elser.


9/11/1918 – Proclamación de la República

Ante la derrota segura del Reich alemán en la Primera Guerra Mundial, aquel sábado, el socialdemócrata Philipp Scheidemann, proclamó desde una ventana del edificio del Reichstag, hoy sede del Bundestag, la República Alemana. También se comunicó la abdicación del emperador alemán, que había huido a Holanda, abdicando oficialmente el 28 de noviembre. Unas horas más tarde, Karl Liebknecht proclamó la “República Socialista Libre de Alemania”. Los partidarios de una democracia parlamentaria pluralista se impusieron en enfrentamientos, algunos de ellos con tintes de guerra civil. En agosto de 1919 se constituyó la República de Weimar, primer Estado democrático alemán.


9.11.1848 – Ejecución de Robert Blum

Aquel jueves, el demócrata, publicista y poeta Robert Blum, fue ejecutado en Viena. Blum fue diputado del primer parlamento democrático, la Asamblea Nacional de Fráncfort en la Paulskirche. Como jefe de una delegación de la facción democrática de la Asamblea Nacional, viajó a Viena para apoyar el levantamiento contra el emperador austriaco. Tras ser sofocado el levantamiento, fue inmediatamente condenado a muerte y fusilado. Sus últimas palabras fueron: “Muero por la libertad alemana por la que luché. Que la patria me recuerde.” En Alemania, a Blum se le considera una figura de identificación democrática y, al mismo tiempo, simboliza el fracaso de las revoluciones democráticas alemanas de 1848/49.



Fuente: https://www.deutschland.de/es/topic/politica/historia-de-alemania-9-de-noviembre-la-noche-de-los-cristales-rotos-y-la-caida-



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dp




domingo, 5 de enero de 2025

LA FIESTA INOLVIDABLE


FOTOGRAFÍAS DE UNA FIESTA ILLUMINATI DE LOS ROTHSCHILD 



La anfitriona luciendo una extraña máscara de Alce

El 12 de diciembre de 1972, Marie-Hélène de Rothschild, miembro de la más poderosa elite familiar del mundo, realizó una surrealista en una de las gigantescas mansiones de la familia ubicada en el Château de Ferrières.

Si bien estos eventos suelen ser extremadamente secretos, las fotografías de esta reunión en particular, se filtraron y han llegado a Internet.

Lo que se puede ver es un baile de máscaras, sumamente extraña, que nos hacen recordar a películas típo Eyes Wide Shut, de Stanley Kubrick. Máscaras como en las que las mujeres usan jaulas de pájaros, que para muchos, hablan de la forma de pensar de este círculo cerrado de la alta burguesía estadounidense y mundial.

En las fotografías también se puede ver al famoso pintor Salvador Dalí frente a su obra Mae West. Extraños platos con bizarras presentaciones; maniquíes desnudos sobre la mesa del comedor, entre otras rarezas. 

Acá las fotografías.

Invitación a la fiesta escrita al revés...

Mansión en donde se realizó la fiesta


Salvador Dalí



Platos con decoración extraña

Más decoraciones siniestras

Decoración incomprensible

Más mujeres con jaulas de pájaros en la cabeza

Fuente: 

AUTOR: Percy Taira M. Periodista (Lima, Perú)

https://expedienteoculto.blogspot.com/2014/10/fotografias-de-una-fiesta-illuminati-de.html


Video descriptivo (copiar y pegar en una nueva página):

https://youtu.be/Q6oq8Utp6vw?si=xhfYT0HGtfDJy3TO

Recomiendo verlo.


dp 



viernes, 3 de enero de 2025

LEOPOLDO DE BELGICA: EL CARNICERO DEL CONGO




El genocidio del sádico Leopoldo II de Bélgica en el Congo: el peor crimen europeo en África


El Monarca belga se hizo por un benefactor antiesclavista para que la comunidad internacional le cediera el Congo, donde causó la muerte y la mutilación de brazos y piernas a millones de habitantes con el fin de enriquecerse



Por CÉSAR CERVERA





Mientras la Europa del siglo XIX seguía tachando a los españoles de asesinos de indios, por algo que había ocurrido dos siglos antes y fue causado, sobre todo, por las enfermedades; en la África Negra la explotación de caucho estaba provocando en esas mismas fechas la muerte de diez millones de personas. Como recuerda Josep Pérez en su conocido libro « La Leyenda Negra », «la colonización europea de los siglos XIX y XX fue culpable de crímenes semejantes a los cometidos por los españoles en América. La única diferencia es que no encontró a un Las Casas [el fraile que protestó con cifras dudosas por el trato a los indios] para denunciar». El Congo belga fue el caso más salvaje.

Un maestro del disimulo


Léopold de Saxe-Cobourg et Gothase , Leopoldo II, Rey de los belgas a finales del siglos XIX, auspició durante su reinado que el Congo pasara de una población de 20 millones de habitantes a 10 millones. Lo más sorprendente de todo es que el Monarca, perteneciente a la dinastía Sajonia-Coburgo Gotha , no tuvo que disparar una sola bala para hacerse con este territorio. Leopoldo no heredó o conquistó el Congo (de hecho solo a su muerte se integró en Bélgica), le bastó con convencer a la comunidad internacional de que si le daban su soberanía protegería a sus habitantes de las redes de traficantes de esclavos árabes. Nada más lejos de la realidad, el verdadero objetivo del belga, que solía definir a su pequeño reino europeo como « Petit pays, petit gens » («Pequeño país, gente pequeña»), era hacerse con una colonia y exprimir hasta la última gota de sus recursos económicos.


El verdadero objetivo del belga era hacerse con una colonia y exprimir hasta su última gota.


Leopoldo, no obstante, supo disimular su afán económico generando una imagen de monarca humanitario y altruista, que financiaba asociaciones benéficas para combatir la esclavitud en el África Occidental y costeaba el viaje de misioneros a esas regiones. En 1876 convenció con su elegancia y buenos modales a un selecto grupo de geógrafos, exploradores y activistas humanitarios en una Conferencia Geográfica , celebrada en Bruselas, de que su interés era «absolutamente humanitario». Fue, además, elegido aquí presidente de la recién creada Asociación Africana Internacional , transformada con el tiempo en la Asociación Internacional del Congo.

Como consecuencia de estos movimientos sibilinos, en febrero de 1885, catorce naciones reunidas en Berlín, y encabezadas por Gran Bretaña, Francia, Alemania y los Estados Unidos , le regalaron a Leopoldo II todo el Congo a través de la asociación que él presidía. Un territorio 20 veces el tamaño de Bélgica, donde se comprometió a «abolir la esclavitud y cristianizara a los salvajes» a cambio de su cesión. Las grandes potencias concedieron al rey de los belgas el Congo, sin saber qué clase de persona era y, sobre todo, porque desconocían el gran tesoro que se escondía entre sus árboles.



Mutilizaciones, en nombre del caucho


Además del marfil de sus elefantes, Leopoldo se sintió atraído por el Congo debido a sus grandes reservas de caucho. Durante su reinado se disparó la demanda internacional de goma, que se extraía de los árboles del caucho que se contaba muy numerosos en el Congo. El problema de la recolección de esta materia resultaba la ingente cantidad de mano de obra que se necesitaba y las duras condiciones para estos empleados. Para solventar el asunto, el rey de los belgas diseñó un sistema de concesiones que, en esencia, condenó a la esclavitud a la totalidad de los congoleños.

El explorador Henry Morton Stanley (el primer europeo en recorrer los varios miles de kilómetros del río Congo) y otros enviados del Rey se encargaron, entre 1884 y 1885, de que los jefes indígenas de la geografía congoleña firmaran, sin saberlo, contratos por los que cedían la propiedad de sus tierras a la Asociación Internacional del Congo. En estos «tratados», los caudillos se comprometieron a trabajar en las obras públicas de aquella institución que, creyeron, iban a servir para expulsar a los esclavistas y modernizar el país.

De esta forma tan descarada, Leopoldo II se valió del trabajo local para la recolección del caucho y para que sirvieran a los funcionarios, soldados y policías belgas que vinieron a instalarse en el país. Una esclavitud que ocupaba las 24 horas del día de los congoleños; y que deparaba sádicos castigos para los recolectores que no entregaban el mínimo exigido. El catálogo de violaciones de los derechos humanos podría ocupar libros enteros: desde latigazos, agresiones sexuales al robo de sus poblados. Las mutilaciones de manos y pies dejaron a tribus enteras mancas y cojas, cuando no eran directamente exterminadas aldeas enteras.

El Monarca hizo del Congo su cortijo particular entre 1885 y 1906, siendo plenamente consciente de lo que estaba pasando en el interior del país. Como explica Adam Hochschild en su libro « El fantasma del rey Leopoldo » (Mariner Books), Leopoldo II de Bélgica estaba perfectamente al corriente de los crímenes e incluso llegó a sugerir que se implementaran equipos de niños para que apoyaran el trabajo, de tal modo que miles de menores fueron arrancados de sus familias .

El sádico Leopoldo no tuvo que realizar ningún disparo para conquistar el Congo, pero ni siquiera debió enfrentarse apenas a resistencia cuando estableció su sistema esclavista, puesto que el Congo se extendía por un terreno gigantesco en el que cada tribu vivía de forma aislada. El historiador Adam Hochschild calculó que murieron diez millones de personas basándose en investigaciones llevadas a cabo por el antropólogo Jan Vansina .

Tampoco se enfrentó a las críticas de la comunidad internacional ni a las de Bélgica, que todavía hoy recuerdan a Leopoldo II como un entrañable estadista . Cuando pastores bautistas norteamericanos lanzaron la primera voz de alarma, la misma propaganda belga que había elevado a Leopoldo II a benefactor de la humanidad salió al paso para llevar las acusaciones ante los tribunales por calumnias. Todavía, en 1889, Leopoldo se atrevería, en un gran ejercicio de hipocresía, a hacer de anfitrión de la Conferencia Antiesclavista.

La tardía respuesta internacional


Debieron pasar años para que Europa y Bélgica empezaran a hacer autocrítica y a asumir los crímenes en el Congo. Los británicos palidecieron al conocer sus salvajes crímenes por un informe de Roger Casement al Foreign Office , pero solo el empeño particular de políticos extranjeros como el vicecónsul británico en el Congo, Roger Casement , o el periodista Edmund Dene Morel , ex-empleado de una compañía naviera de Liverpool, sacaron a la luz el genocidio belga en los últimos años de vida del Monarca. Morel visitó personalmente al presidente norteamericano Theodore Roosevelt para exigirle que su Gobierno hiciera algo al respecto, además de lograr que personalidades como el arzobispo de Canterbury se manifestaran en contra de aquellos horrores.



Los crímenes serían dados a conocer al gran público por el famoso escritor anglopolaco Joseph Conrad en la conocida novela « Heart of darkness» (El corazón de las tinieblas). Por su parte, Conan Doyle , el creador del personaje de Sherlock Holmes , escribiría un opúsculo «Crimen en el Congo» (1909) demostrando su vena más comprometida.

Poco antes de su muerte, Leopoldo legó a Bélgica la propiedad del Congo ante la presión internacional y se estableció una colonia que recibió los problemas estructurales causados por tanto maltrato y tantísimas muertes. La millonaria indemnización posterior de Bélgica al Congo hizo que la empresa esclavista solo le fuera rentable a Leopoldo.


Fuente: https://www.abc.es/historia/abci-genocidio-sadico-leopoldo-belgica-congo-peor-crimen-europeo-africa


dp