Por PABLO COELHO
ENTENDIENDO | Tenemos un gobierno que se caracteriza más por encontrar culpables fuera de su entorno que soluciones concretas a lo sanitario, lo económico o lo institucional; un gobierno que pierde más energía tratando de evitar que los alumnos de las escuelas porteñas vayan a la escuela que encontrar los acuerdos necesarios para conseguir las ansiadas vacunas y que utiliza la pandemia como una herramienta más al servicio de miserables prácticas clientelísticas.
También tenemos un gobierno nacional que no cree que debe vacunarse con prioridad a enfermos oncológicos, personas con trastornos del espectro autista, ciegas o sordas o con síndrome de Down o diagnósticos de salud mental por las dificultades que conlleva aislarlas, pero que vacuna descaradamente a su entorno militante, familiar y hasta a sus amantes con vacunas que corresponden a adultos mayores, personal sanitario y de seguridad.
Después de todo eso, ahora tenemos un gobierno que se dijo "de científicos" pero que cree que en la Provincia tiene más prioridad para la internación un enfermo de CoViD-19 (sea cual se a su estado) que una persona sin riesgo de vida pero que -si es intervenida quirúrgicamente- podría salvarse de una amputación o la pérdida de la vista.
Ahora entiendo por qué el actual gobierno no le dio valor a la Vida pero sí priorizó su ideología y sus propios intereses desde el mismo momento en que asumió, por qué prioriza más la impunidad que la economía de las personas, por qué hablan de "pobres y vulnerables" pero viven como millonarios en Puerto Madero y se llenan la boca de "Derechos Humanos" pero los vulneran cuando se trata de imponer una autoridad que perdió y que pretende recuperarla pero confundiéndola -torpemente- con autoritarismo.
También entiendo por qué la resistencia ciudadana (que siempre debe ser pacífica) y la rebelión fiscal son herramientas válidas de quienes ejercen la ciudadanía , con sustento en la Constitución y los Tratados de Derechos Humanos que forman parte de ella, para enfrentar a quienes atacan a nuestras Instituciones y el estilo de vida democrático que elegimos los argentinos hace ya más de treinta y ocho años.
dp
1 comentario:
Muy interesante!!!
Juan Manuel Basualdo
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