martes, 3 de abril de 2012

EL PEOR ERROR DE LA HISTORIA: EL TRABAJO


En el ensayo de Jared Diamond The Worst Mistake in the History of the Human Race (El peor error de la historia de la raza humana), el antropólogo comentaba la cantidad de tiempo libre que disponía la gente hace más de 10.000 años cuando vivían en tribus,  únicamente trabajaban entre 12 y 19 horas a la semana.
Con la llegada de la agricultura hace unos 10.000 años, las vidas de los humanos empezaron a ser más intensas laboralmente hablando. La gente se establecía en un lugar para mantener sus cultivos, pese a que pueda parecer beneficioso, fue malo para la salud, llevó a una dieta menos variada, trajo enfermedades epidémicas y creó una división de clases ya que a diferencia de la caza, la agricultura permitía conservar los alimentos por mucho tiempo, permitió el ahorro o lo que es lo mismo, ricos y pobres. En pocas palabras, Diamond cree que convertirse en especies basadas en la agricultura fue «el peor error de la historia de la humanidad» nos ha llevado a trabajar cada vez más.
La New Economics Foundation (NEF) afirma que no hay nada natural o inevitable en lo que se considera una semana de trabajo (aproximadamente 40 horas). Al levantarse mucha gente se ve atrapada en un círculo vicioso de trabajo y consumo, trabajan para ganar dinero y ganan dinero para comprar cosas. En esa ecuación falta un hecho importante que los investigadores han descubierto acerca de la mayoría del consumo material de las sociedades ricas: la mayor parte del placer y satisfacción que obtenemos al comprar es temporal y efímera.

Fuente:

dp

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el blog.Besos
Graciela L; de Argentina

Anónimo dijo...

Muy interesante el blog, pero suponer que vivir de la caza , la pesca y la recolección solo implica 19 horas semanales es una proyección del confort del investigador proyectada a la prehistoria, supone la mirada de los pueblos originarios como viviendo en el Eden. Piense nomas el tiempo que requería hacer fuego y ni hablar de que todos los enseres debían ser realizados y mantenidos sin herramientas (tal como hoy las conocemos), le propongo al investigador que pruebe clavar un clavo sin martillo y ver que pasa. En fin... Gracias por publicar.
Alejandro Arone