Esto ocurre porque la Tierra es una esfera (más precisamente, un geoide) y, al estar parados en distintos puntos de su superficie curva, nuestra perspectiva hacia la Luna cambia.
Desde el hemisferio norte (por ejemplo, Canadá), vemos la Luna desde una orientación distinta a la del hemisferio sur (como Argentina).
Por eso, las personas del sur ven la Luna «invertida» respecto a quienes están en el norte. ¡Es como mirar una misma imagen desde lados opuestos de una mesa!
¿Y por qué vemos siempre la misma cara de la Luna, sin importar dónde estemos?
Porque la Luna tarda lo mismo en girar sobre sí misma que en orbitar la Tierra. Este fenómeno se llama rotación sincrónica y hace que siempre nos muestre la misma cara.
Un mismo satélite, dos puntos de vista… y una sola cara visible.
Fuente: Mystery Planet
dp
Ciclo lunar en Julio 2019. Aquí se ve la "Luna Negra", fenómeno que se repite cíclicamente.
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