domingo, 11 de octubre de 2020

MARÍA MAGDALENA, UN ALMA FEMENINA INVENCIBLE

 



Acercarse a María Magdalena se convierte, a veces, en un asunto tan doloroso como incierto. Miles de años de vejaciones la muestran como núcleo de batallas culturales, en las cuales María Magdalena no parece haber sido muy partícipe, simplemente la excusa, el emblema, la causa… algunos por ocupar un lugar en las primeras filas jerárquicas de la iglesia primitiva, unos más por asentarla como prostituta, otros por asentarla como fiel compañera o esposa de Jesús, otros para defender su propia postura respecto al Hieros Gamos y al sexo en senderos iniciáticos o al sexo ritual, y una larga lista de etcéteras con lo que podríamos sintetizar como la gran irresolución de polaridades en la psiquis masculina occidental. Una irresolución entre la mujer prostituta y la mujer virgen, que continúa vigente en muchos sectores catolizados, entre ambas se sostiene un velo que impide a demasiadas masculinidades ver el trasfondo de mucho más que una mujer, y lleva a fluctuar a María Magdalena entre un misterio cultural y un encasillamiento como arquetipo de diosa oscura.


Cuando se toma a María Magdalena como Alma Femenina se superan bastante las polaridades y se llega a abordar la temática desde una comprensión más amplia, es un Alma Femenina que deja expuestos a aquellos que se auto adjudicaron ser los portadores exclusivos del conocimiento y, pretendiendo establecerse como tales, la quisieron adecuar y moldear a su antojo, porque erradicarla no pudieron y tuvieron que aceptar que doblegarla, tampoco.


Si abordamos la historia cultural, descascarando lo que tapa y escuchando lo que se calla, se evidencia el comportamiento estructural hacia un Alma Femenina por parte de un sector de gran peso cultural en Occidente, la Iglesia, y es muy posible notar la no superación de instancias – ya no en senderos personales de vida o de espiritualidad, sino sistematizada e institucionalizada -. Porque si cualquier iniciado o iniciada, en la estructura de ordenación o formato grupal que fuera, tratara de esa manera a su impronta álmica, sería defenestrado como fracasado. 


En los textos apócrifos es posible observar los recelos hacia María Magdalena por parte de los apóstoles, las rivalidades de Pedro por la jerarquía de la iglesia primitiva, los rechazos durante las alusiones a que Jesús la besara.


Un dato muy omitido y poco aplicado es que los llamados apóstoles o discípulos eran pescadores a los que había que hablarles con parábolas, más que eso no entendían, carecían de niveles procesales y preguntaban más desde una mentalidad profana que la de una iluminada, mientras que en los textos apócrifos aparece una Magdalena con una comprensión tan amplia para conversar a la par del considerado Maestro e interpretarles las parábolas a los demás. Tanto les pudo haber molestado que fuera la compañera de Jesús como que supiera y accediera a información o revelaciones que para los apóstoles no estaban disponibles o no eran procesables. 


Pero es en lo culturalmente establecido de manera más institucional que podemos notar esa gran irresolución en los cultores: desde el obispo Ireneo comenzando a instalar las herejías como algo malo y demonizante hacia quienes decidieran diferente a lo preestablecido por ese puñado de egos basados en lo decidido por otro puñado de egos – los que necesitaban de parábolas por su escasa capacidad-, pasando por la instalación de María Magdalena como la pecadora del Evangelio de Lucas aunque su nombre no apareciera en esos textos, hasta llegar al Papa Gregorio Magno oficializándola como ‘pecadora pública’, prostituta. Este atributo de ‘magna pecatrix’ acompañó a María Magdalena hasta 1969, una magna pecatrix por la cual se tomaron demasiadas molestias, eso sí queda evidenciado.


Al indagar sobre los restos de María Magdalena, no sólo es posible hallar qué molestias se tomaron por una ‘prostituta’, también se puede hallar un entramado casi novelezco de contradicciones e incertidumbres y, en medio de lo confuso que resulta, notar el comportamiento simbólico desde lo institucional hacia esa ‘magna pecatrix’, porque eso era María Magdalena durante esos años en los que se tomaron decisiones institucionales sobre sus restos. Y si es que se trataba de sus restos, porque aún no existen pruebas de que así lo fuera.


La Iglesia, que culturalmente convalida algunas acciones hacia restos mortuorios con la excusa de ‘reliquias’, ya sea de santos o de personajes de relevancia, fue llevando a cabo una labor de desmembramiento que a simple vista resulta curiosa, pero que analizada bajo una lupa esotérica es bastante simbólica: le sacaron un pie o una pierna, le cortaron la cabeza, una mano se exhibe en otro lado, la mandíbula se reunió con un cuerpo luego de que descubrieran el cuerpo… entre algunas otras peripecias inexplicables.






Claro que a los fieles católicos les parecerá maravilloso mientras que condenarían o demonizarían a cualquier otra persona o institución que sacara un cuerpo de su tumba y le sacara partes mientras lo pasea hacia un lugar u otro. Es una de las contradicciones con las que convivimos en esta cultura y habrá que sobrellevarla.

Mientras tanto, existen grupos y estructuras de ordenación, más de índole esotérica, que plantean otras versiones basándose en que el cuerpo de María Magdalena no fue hallado. Se pueden encontrar muchas teorías y explorar distintas vertientes, coinciden en sostener que existen linajes a partir de la descendencia de María Magdalena y Jesús. María Magdalena aparece como portadora del Santo Grial y éste sería un cáliz con sangre real, con lo cual, habría estructuras de ordenación preservando tanto sus restos como los linajes de su descendencia.


La mayoría de estas versiones han sido consideradas pseudo históricas y pseudo científicas, porque se adopta la postura de desafiar a que demuestren lo que sostienen o de desacreditar documentos que avalarían las teorías. Lo sorprendente es que la Iglesia ni siquiera permite hacer pruebas de ADN entre las partes de restos del supuesto cuerpo de María Magdalena, exhibidas en diferentes lugares geográficos, para constatar si son todas del mismo cuerpo. Bueno, convengamos que ni siquiera está probada la autoría de muchos textos con los que se predica esa religión y de todas maneras se predica como verdad. Pero que prueben y demuestren algo los que digan lo contrario…


Sin embargo, de ser así, María Magdalena sería algo mucho más trascendente que una simple compañera de Jesús, o una simple mamá de la descendencia de ese personaje tan divinizado por la religión católica. María Magdalena les habría realizado una jugada magistral, formando una Tradición Secreta que muchas vertientes esotéricas exploran hasta la actualidad y legando un linaje con familias que llegaron a ser tan poderosas como para pulsear culturalmente con la Iglesia.


Por más que persiguieran por herejías, que intentaran eliminar estructuras de ordenación como el Temple, que le arrancaran la cabeza a ese cuerpo que supuestamente era de María Magdalena o lo desmembraran, nada la ha detenido durante estos milenios. Prostituta o no, sigue siendo la feminidad más invencible en la historia cultural católica y continúa demostrando que fracasan en cada intento.


Tal vez, a causa de esto, acercarse a los misterios que resguarda su imagen y a las expresiones culturales menos convencionales, como aquellas de las Vírgenes Negras, continúa existiendo en muchos senderos espirituales, para aquellos que sean dignos de acercarse a esa radiante Alma Femenina, tan fuerte que dos milenios de imposiciones culturales y muchísimas persecuciones no han conseguido borrar.



Autora: Eleonora France

Córdoba, Argentina


eleonrafranc@gmail.com

Redes Sociales: NimueMagic


Escrito expresamente para el blog de dp




Bibliografía Consultada:

- LYNN PICKNETT, CLIVE PRINCE, La Revelación de los Templarios, Editorial Planeta DeAgostini, 2005.

- TIM WALLACE-MURPHY, MARILYN HOPKINS, Los Custodios de la Verdad, Editorial Sirio, 2005.

- RAMÓN K. JUSINO, M.A., María Magdalena, ¿autora del Cuarto Evangelio?, 1998.

- MICHAEL BAIGET, RICHARD LEIGH Y HENRY LINCOLN, El Enigma Sagrado.

- SANTIAGO DE LA VORÁGINE. La Leyenda Dorada. Madrid, Alianza Editorial S.A., 1994.

- EAN BEGG, Las Vírgenes Negras. Barcelona, Editorial Martínez Roca, 1987.




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dp 




Su presunto cráneo


6 comentarios:

Anónimo dijo...

De verdad muy bueno .....como interesante.
Gracias por transmitir estos conocimientos...!!
Maria Susana Bustos

Anónimo dijo...

Excelente
Mariana Celina Lopez

Anónimo dijo...

Excelente!

Anónimo dijo...

Muchas gracias por compartir muy interesante aspecto esoterico.
Maria Luisa Lopez Atzin.
Mexico

Anónimo dijo...

Los evangelios no son claros en que ella; sea la misma mujer prostituta que salvó Jesús de ser apedreada. Es una Distorsión creo. Son dos mujeres.
Patricia Alejandra Surbano

Anónimo dijo...

Lástima que los sectarios que se reclutan en su nombre, en Córdoba.... La están haciendo pedazos. Lucran a cuatro manos ( el principal, el cabeza de todo ese circo) y " exporta" a Europa. Son de cotillón. Y estan masacrando centenios de historia.
Juliana Masón.
Córdoba