viernes, 25 de septiembre de 2020

LA PATRIA ES EL OTRO Y EL MERITO



 
    Hace pocos días se empezó a escuchar toda una línea argumentativa expresada por el gobierno de Alberto Fernández en contra del mérito individual, como forma de desprestigio hacia logros personales en beneficio de presuntos logros colectivos.

El mérito individual y el éxito que este trae tiene como destinatario final la sociedad toda, porque al lograrse elevar el nivel de vida, educacional, solidario y el grado de compromiso, se logra el avance del conjunto.

Como este gobierno tiránico solo busca convertirnos en “Hombres masa” para nada puede estar de acuerdo con los logros individuales.


Hasta el mismo Papa fantoche salió a decir lo mismo, en contra del mérito, como buen cumpa cómplice de la misma ideología totalitaria.


Este no es el primer intento de imposición de nefastos principios filosóficos que tratan de desviar el foco del mismo progreso, en todo sentido, incluso de trasladar culpabilidades a otras personas, como método de lograr impunidad para sus actos, sean cualas sean estos.


Por eso acuñaron la frase “La Patria es el Otro”, de decir la Patria debe “demandarle” (tal cual reza la frase de juramentación de la mayoría de los representantes públicos) al “otro” lo que yo hago o digo, dándome impunidad total para cometer abusos, robos y cualquier desmán que se le ocurra cometer a una persona. Si total, las consecuencias las paga el otro, porque es la Patria. Yo no lo soy, según este razonamiento.


Parece la frase algo altruista en un primer momento, “La Patria es el Otro”, cuando en verdad es una perversión canallesca, producto de mentes manipuladores y amorales.


No tienen moral, porque el inmoral está consciente de sus actos, pero el amoral no tiene sentido de culpa y al no tenerlo es capaz de cualquier cosa, sin límites éticos.


Por eso se toma al Estado como verdadero botín de guerra, para saquearlo, por lo consideran un premio de su propiedad.  Por eso hasta se puede mandar a matar a un presunto enemigo, porque no se tiene ni un gramo de conciencia que lo haga arrepentirse.


Nos encontramos en manos de pervertidos que disponen de la vida y de la muerte a su antojo. Que son corruptos por naturaleza. Mentirosos plenos. Sinvergüenzas asumidos, que hasta presumen públicamente de sus fechorías.


Debemos hacer algo, porque de lo contrario nuestro destino será trágico. Moriremos estancados y degradados. Nuestro trabajo no valdrá nada, porque no hay mérito en el mismo y porque encima ellos no tendrán la culpa de nada, porque siempre es el otro, nosotros, los que serán responsables.




dp 



La gran manipulación



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo Daniel!
Juan Manuel Basualdo

Anónimo dijo...

Excelente nota mi amigo. Coincido.
Kendra Lor