
Científicos convocados por la Naciones Unidas estudian a varios miles de ciudadanos de la ciudad de Avellaneda, sin que ellos lo sepan, con el fin de determinar como hacen para sobrevivir a las emanaciones del Riachuelo, el Polo Petroquímico (planta de coque incluida, que antes obligaron a desmantelar en Holanda), el gas cianhídrico que circula por cloacas y desagües, las pestilencias de los arroyos Sarandí y Villa Domínico, la concentración fabril, las curtiembres de cueros, la corriente cloacal que viene de Berazategui, la parte que les toca del dengue, entre otras cosas, e injerir alimentos cultivados y hasta tomar vino cosechado en medio de todo esto.

Se cree que estos han desarrollado un gen ultra resistente y, de encontrarlo, lo inocularán, en una primera etapa de experimentación, a los flojos japoneses, que ante los problemas con sus centrales nucleares, no son capaces de resistir estos cuasi vahos de niño recién nacido, en comparación a lo que viven cotidianamente los habitantes de la ciudad de Avellaneda.
Avellaneda por y para el mundo. No moriremos en vano.
Fuente: Agencia Ala Merd, Dock Sud
dp