jueves, 8 de enero de 2009

SOY FUMADOR


Los fumadores estamos pasando por un momento de prohibición de fumar en bares y restaurantes de la ciudad de Buenos Aires y parece que esta medida puede extenderse a otras jurisdicciones nacionales.
Como nosotros nos mostramos mucho más tolerantes hacia los NO fumadores, que estos hacia nosotros, abogamos porque se permita a aquellos que quieran habilitar sus establecimientos comerciales tengan la potestad de decidir la categoría del mismo, ya sea para no fumadores o si.
Esto si hace al ejercicio de la libertad individual y darle la posibilidad a mucha gente hoy perseguida y marginada, de poder contar con sus propios espacios, sin invadir aquellos que están restringidos.
El negocio del tabaco es lícito y los comerciantes que quieran habilitar sus establecimientos deben de tener, también, la libertad de decidir que se hace o no en el mismo, dentro de la ley y las buenas costumbres.
El tabaco paga impuestos y con ellos también, entre otras cosas, se cura y se educa al pueblo.
No podemos vivir en un estado de contradicciones permanentes, llevados siempre al extremo, como ser, la próxima despenalización del consumo y tenencia de drogas para consumo individual, cuando sabemos que esto es el primer escalón del enorme, inmoral e ilícito negocio del narcotráfico, que siembra muertes, guerras, violencia desmedida, trata de blancas, explotación de niños por la prostitución y la pornografía, entre otras cosas.
En cambio se persigue a los fumadores a un extremo de marginalizarlos y condenarlos públicamente, cual si fueran los peores delincuentes de la sociedad, en nombre de la defensa de los derechos de los demás.
Que se sepa, nunca en la historia de la humanidad alguien salió a robar o a matar porque se quedó sin cigarrillos.
No podemos decir lo mismo con respecto a la droga.
Pregúntenle a los colombianos o a los mexicanos al respecto.
Si alguien desea consumir algo que solo provoca su adicción, pero no causa daños provocados por la violencia física, creo que tiene el derecho de hacerlo en lugares adecuados. Por eso paga sus impuestos al consumir el producto.

dp

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Así como tu mi kerido ché, también soy fumadora, y me parece justo lo ke dices, porke si nuestro hábito o vicio no genera ningún tipo de violencia tenemos ke tolerar prohibiciones. Acá en México ya no puedes fumar en cualquier restaurante o cualquier antro, tienes prácticamente que salir a la calle y exhibirte para no "molestar" a los no fumadores.
A eso le llamo yo "tener poca madre" (perdona mi francés!!!)
Te mando un besito.
Chau
Isadora Hernández. D. F. Mexico

Anónimo dijo...

Daniel lo que pasa con el cigarrillo en esos lugares encerrado es que muchas personas no lo toleran, aparte de que se es un fumador pasivo; pues hace mucho daño en los pulmones. aunque tu comentario tiene criterio.
Rosa

Eduardo Rodriguez - Olivos - Bs. As. - Argentina dijo...

Daniel: Tus comentarios son por lo mas justos, como fumador tengo a diario ese "sentirme un marginal" y la verdad es increible que solo tengamos que hacerlo forsosamente al aire libre. Se de varios comerciantes que estan desesperados ya que su clientela mayor son fumadores, al final, que mal haciamos compartiendo con un amigo, un buen cafe, un cigarrillo y anecdotas de la vida? A full con vos. Un Abrazo

Unknown dijo...

Nada más atinado, los que fumamos somos marginados, y en definitiva nos matamos a nosotros mismos si tal fuese el caso.No existe grado de comparación con las muertes, la violencia y porqué no el genocidio que provoca el narcotráfico.
Mónica de MDQ